miércoles, 2 de mayo de 2007

El escorpión.


El escorpión le pidió al sapo que lo ayudara a cruzar del otro lado del río. El sapo le dijo al escorpión:
-No puedo ni quiero, porque seguramente me vas a picar con tu venenosa cola y moriré…
-No-alegó el escorpión-, te prometo que si me haces el favor cargarme para cruzar el río no te tocaré.
El sapo se dejo convencer y cargó sobre su lomo al escorpión y emprendió la travesía y a medio camino, justo en la mitad del río, el escorpión movió su cola velozmente y picó al sapo.
-Pero prometiste que…,-alcanzó a decir el sapo.
-Si, es verdad, lo prometí, pero mi naturaleza es más fuerte que yo…
La naturaleza del escorpión es matar. Del mismo la naturaleza del diablo es matar. Muchos creen que el diablo es un simple personaje de una fábula o una simple caricatura que existe únicamente en la imaginación humana. Pero la realidad es que el diablo es tan real como Dios. La peor mentira que el diablo le hizo creer a la gente es que él no existe. Entonces, puede matar sin que nadie se percate de ello. Diablo es una de las palabras que utiliza la Biblia para describir a este acérrimo enemigo de Dios y de los cristianos. Aunque el diablo existe desde que el primero hombre fue creado, la existencia del diablo fue establecida, en el cristianismo, en 1215 durante el cuarto concilio de letrán. En 1974, el papa Pablo VI dijo: "El demonio existe, no sólo como símbolo del mal, sino como realidad física". Cristo en una ocasión dijo a sus contemporáneos: “El ladrón no viene sino para robar, y matar, y destruir; yo viene para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. Y el buen pastor da la vida por sus ovejas”. (Juan 10:10,11). El diablo vino para destruir y traer desgracia a la humanidad, pero Cristo murió en la cruz para darnos vida en esta tierra y en la eternidad. El escorpión, el diablo, si confiamos en él va a destruirnos. Posiblemente nos hará confiar en él pero a la corta y la larga, nos picará con su cola venenosa. En su pequeño librito ¿Cómo vivir para siempre?, Grez Laurie dice: “La gente no tiene idea de cuán preciosa y valiosa es su alma. Cuando nos preparábamos para escribir este libro entrevistamos a algunas personas en la calle y le hicimos esta simple pregunta: ¿Venderías tú alma y a que precio? Un hombre de treinta años y seguro de sí mismo, dijo: Si, lo haría al instante. Dame un millón de dólares y se acabo el alma. Otro nos dijo: Haría el cambio por unas semanas de diversión. Otro joven soberbio alegó: La vendería por dinero. Entonces podría comprar lo que se me antoje, incluso podría comprar otra alma. Irónicamente en nuestro cultura de hoy día, la mayoría de las veces consideramos de mayor valor aquellas cosas que en realidad no tienen ningún valor alguno. Entonces pasamos por alto completamente aquello que tiene mayor valor: el alma humana”. Actualmente conocemos el precio de todo, pero no conocemos el valor de nada. Vendemos todo, incluso nuestra alma, porque desconocemos que no podemos venderla. Que no la veamos no significa que no exista. Como dije al principio, el escorpión desea engañarnos y matarnos a medio camino, pero Cristo ha venido para darnos vida y vida en abundancia. Debemos entregar toda nuestra vida a Dios a través de Jesucristo. El murió en la cruz para redimirnos y darnos vida eterna. Jesús dijo: “El hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. (Mateo 20:28).
Julio césar cháves
juliogenial@hotmail.com

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