Hoy circulan objetos de poca duración. Todo esto es un síntoma de Japonismo que precisamente basa en la creación de objetos desechables. El japonismo, incluso, ha afectado nuestra vida. Antaño las cosas duraban, mientras que ahora ni las cosas ni las relaciones humanas duran. Hoy se emplean materiales poco duraderos para hacer cosas. Así es la economía moderna del mundo global, tecnologizado. Por esto; la economía y social seguirá creciendo, ascendiendo a niveles impredecibles. En la antigüedad uno se compraba una camisa y esta era duradera, mientras que ahora la ropa parece descartable. Hay gente que compra un vestido hoy, y mañana lo tira. Cuando voy a comer a algunos lugares te dan la bebida en vasitos de cartones descartables y reciclables. En Japón a las casas las construyen de madera y papel, ya que es un país expuesto a catástrofes innumerables. Antaño las máquinas de escribir eran inmortales, ahora la maquina con que escribo estas líneas es muy débil y propensa a romperse fácilmente. La industria vende y vende. Lo único que le interesa es producir a una escala cada vez mayor para, de esa manera, proporcionar a las masas sus mercancías a un precio asequible. En las casas de hoy, las cosas se estropean con una facilidad espantosa. En países latinoamericanos lo único que predomina es la pasajeridad. La vida humana se desliza en un medio de poca solidez y durabilidad.
No cabe duda, pues, que nuestra vida actual esta comprimida entre unas paredes que dejan filtrar el ruido de la calle, y también entre objetos que tienen poca durabilidad y se estropean fácilmente. La gente de antes estaba rodeada de solidez. Antaño las casas eran espaciosas, con paredes gruesas, muebles eternos que duraban más de lo necesario, el cuero era más durable, zapatos de cuero curtido durante años que parecían recién comprados. Antaño se podía confiar en los bancos, mientras que ahora los bancos se quedan con la plata de la gente. Nada dura, ¿por qué? ¿Por qué mí maquina de escribir se debilita y se tuerce por un solo año de uso? ¿Por qué antes habia seguridad? Por la poca durabilidad de las cosas y las relaciones humanas, la gente de hoy se siente insegura anímicamente y eso va en continuo aumento. Las almas están cada vez más expuestas a los sentimientos negativos y a las psicosis, tanto individuales como colectivas. La inestabilidad y la poca durabilidad del mundo actual es agobiante. Un vasto complejo de inseguridad invade cada dia. Fatalidad. Japonismo. Inseguridad. Inestabilidad. Incertidumbre. Estas son palabras que describen perfectamente el mundo en que vivimos. ¿Por qué todo este alboroto? El siglo XXI ha cautivado con sus olas de efimeridad y sus relaciones humanas de increíble pasajeridad, la atención de todos virtualmente. La oscuridad intelectual cubre hasta las mentes más capaces. En este momento estoy pensando en algo que escribió Salomón sobre la vanidad de la vida: “Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque por el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos. Además, el provecho de la tierra es para todos; al rey mismo está sujeto a los campos. El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad”. (Eclesiastés 5:8-10).
Julio C. Chaves. Escritor78@yahoo.com.ar
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