sábado, 17 de marzo de 2007

Transferencia de lo positivo.

Pensar de forma positiva nos conduce a transferir una conducta positiva. Si uno dice: ‘Sí puedo’, seguramente hará mejor las cosas. Si decimos: ‘No puedo’, seguramente las cosas resultarán en fracaso. Hoy día vivimos en una sociedad totalmente negativa. Los medios de comunicación transfieren la idea de que todo anda mal. Los espíritus negativos transfieren sus mensajes negativos de un modo constante y fuerte. En las relaciones interpersonales todos influenciamos y somos influenciados. Podemos transferir algo bueno como así también algo malo. Todo depende directamente de lo que queremos transferir. ‘Se cuenta que un individuo, un día, observaba a dos albañiles que estaban construyendo un edificio. Notó que uno de los trabajadores continuamente refunfuñaba, gruñía y maldecía su trabajo. Cuando le preguntaron qué hacía, replicó: ‘Poner una piedra tras otra todo el día, hasta que mi espalda no da más’. El otro albañil silbaba mientras trabajaba. Sus movimientos eran rápidos y seguros y su cara resplandecía de satisfacción. Cuando le preguntaron qué hacía, respondió: ‘Piedra a piedra estoy ayudando a construir una catedral…’. El primer albañil era negativo y el segundo miró todo desde una perspectiva más positiva. Alguien dijo que la persona positiva disfruta tanto de hacer una cosa como de terminarla. Todo depende de cómo uno mire las cosas.
Si deseamos que las cosas funcionen bien debemos pensar positivamente. Todo lo que pensemos determinará nuestro proceder. En consecuencia, tendremos que atenernos a las consecuencias de nuestras acciones, sean negativas o positivas. Pensar en positivo conduce al crecimiento. Pensar positivamente conduce a las soluciones, a las buenas relaciones intrapersonales como también a las buenas relaciones interpersonales. Hay que mirar lo positivo si de veraz queremos que las cosas funcionen bien. Nuestra manera de pensar, sea positiva o negativa, es la fuerza principal que determinará si triunfamos o fracasamos. Filipenses 4:8 dice respecto a lo que debemos pensar: “EN ESTO PENSAD: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Sí, lo que pensamos determina nuestro tipo de transferencia. ¡Miremos y pensemos las cosas en positivo!
Un autor anónimo escribió: Si usted se siente derrotado lo está.
Si siente que no se atreve no lo hará.
Si quiere ganar, pero no cree poder,
es casi seguro que no ganará.
Si cree que perderá ya perdió.
Porque en el mundo encontramos
que el éxito empieza con la voluntad;
Todo depende de la mentalidad.
Las batallas de la vida no siempre las
gana el más fuerte o el más veloz;
pero tarde o temprano el que gana
es el que piensa poder ganar.


Julio C. Cháves.

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