viernes, 9 de marzo de 2007

Obsesión por la delgadez.


La obsesión por la delgadez, alimentada por los mensajes publicitarios respecto a productos adelgazantes y la esquelética figura de las modelos, ha provocado serios y múltiples trastornos alimenticios. Los medios de comunicación y los mensajes publicitarios han conducido a las mujeres de toda edad y de todo nivel social, a la búsqueda desenfrenada de la delgadez y la buena apariencia, lo cual, en esta sociedad de consumo, se asocia al éxito. Todas quieren ser delgadas y poseer cuerpos descarnados, esqueléticos, esbeltos. Con tal de llegar a tener el cuerpo de las modelos las mujeres hacen ejercicios físicos, van al gimnasio todos los días, hacen dietas excesivas, y hasta están dispuestas a pasar por el quirófano con el único fin de tener ese cuerpo que tanto anhelan. Los actuales cánones de belleza son tiránicos ya que hacen incurrir a las mujeres en trastornos alimenticios como son la anorexia y la bulimia.
Según un artículo que leí en el diario La Nación, la Argentina es, después de Japón, el país con mayor incidencia de bulimia y anorexia, de acuerdo con un estudio de la Red Ínter hospitalaria de Trastornos de la Alimentación (Rihta), que depende de la Secretaría de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. El informe señala que los índices de estas enfermedades triplican aquí a los de los EE.UU. y se dan especialmente entre adolescentes y jóvenes de 14 a 20 años. "Actualmente son atendidos unos 400 pacientes por año -dijo el psicólogo José Luis Martínez, integrante de la red-, pero la incidencia aumenta y se extiende entre los varones." Según el informe, una de cada 10 adolescentes argentinas sufre un desarreglo alimenticio. En el mundo, tienen anorexia y bulimia 7 millones de mujeres y un millón de hombres. Según la Red, estas patologías aparecen particularmente en la adolescencia, cuando el cuerpo se desarrolla y cambia en forma abrupta, algo que causa una evolución muy rápida del crecimiento biológico, pero que no se mantiene en armonía con la imagen corporal propia. "En estas patologías -agregó el licenciado Martínez-, los aspectos clínicos, nutricionales y psicológicos están relacionados, por eso se trata con un enfoque interdisciplinario." La anorexia nerviosa es una alteración de comportamientos alimentarios entre quienes tienen un temor inmanejable a subir de peso. Estas personas se perciben gordas a pesar de presentar un aspecto esquelético. Puede provocar ausencia de la menstruación, impotencia sexual y aun muerte. La bulimia también cursa con excesiva preocupación por el peso, pero la persona no puede dejar de comer, ingiere grandes cantidades y luego, al sentirse culpable, se autoinduce el vómito.
Lo importante hoy día, según los tiránicos cánones de belleza, es la apariencia, lo de afuera, la piel. Lo de adentro no importa. Si sos vulgar no importa. Si sos una ignorante no importa. Lo que les interesa a los superficiales es cómo esta tu cuerpo, si tenés lolas, si tenés cola, si tu piel esta lisita, eso, nada más que eso, la cáscara. Esta cultura de la imagen ha incrementado los casos de bulimia y anorexia. Según UNICEF estas enfermedades caracterizan a las sociedades industrializadas donde todos los días se le exige a la mujer que su aspecto debe encajar con la idea de belleza asociada con la delgadez y el bajo peso, aunque parezcas un esqueleto. La autora Ana María corti reflexiona respecto a la valoración de las mujeres: “Necesitamos, sobre todo, definir lo atractivo con parámetros más amplios, para que la mayoría de las personas, y no sólo una pequeñísima parte, pueda sentirse bien con su apariencia personal. Necesitamos poner énfasis en otras características (ingenio, integridad, talento, inteligencia, sentido del humor...) a la hora de evaluar el”valor” de las personas y en especial de las mujeres. Hasta que nuestra cultura no cambie los mensajes que emite será difícil que las personas individuales tengan una actitud sana respecto a su propio cuerpo. En este sentido las medidas que desde el mundo de la política, de la moda o de la salud se están tomando son prometedoras porque van dirigidas a la raíz de estos problemas que según muestran las estadísticas deben focalizarse principalmente en las poblaciones adolescentes ya que este grupo se presenta como el más vulnerables, debido entre otras razones a una gran sensibilidad a la opinión de los demás, una cierta inseguridad respecto a lo que les gusta y lo que quieren que los lleva a seguir las modas, cambios físicos que los hace dudar del aspecto, tiempo libre para consumir mucha televisión y ser el blanco favorito de la publicidad”.
Debido a la idolatría por la delgadez la anorexia y la bulimia han cobrado una dimensión inusitada en todo el país y el mundo. A causa de ello la lucha de las mujeres por encajar en los cánones de belleza las ha conducido a tendencias alimenticias autodestructivas. Las mujeres, adolescentes, jóvenes y adultas, que padecen este tipo de enfermedades deben recibir un tratamiento integral en el cual deben participar especialistas de diversas ramas, como son los nutricionistas, psicoanalistas, médicos, y por supuesto la familia. El apoyo de la familia a los que padecen este tipo de patologías es indispensable ya que muchas veces son los familiares los culpables de estos trastornos. Las mujeres que son víctimas de la tiranía de la delgadez deben saber que son valiosas no únicamente por la piel, las lolas, la cola, sino también por la que llevan dentro. Como dijo Confucio: “Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla”.

Julio César Cháves. Escritor78@yahoo.com.ar

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