viernes, 9 de marzo de 2007

Los jóvenes y la depresión.


Debido a cuestiones sociales, económicas y familiares los jóvenes son victimas de la depresión. Además de los tatuajes en la piel, los jóvenes de este triste siglo XXI llevan en la piel de sus almas el negro tatuaje llamado depresión.
“La depresión es una condición psíquica o neurótica que se caracteriza por una inhabilidad de concentración, insomnio y un sentimiento de mucha tristeza y falta de esperanza. Una reducción en actividad y fuerza. Una reducción en el vigor y actividad fisiológica”.
La depresión no discrimina a nadie. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión es la principal causa de discapacidad. En la actualidad, 121 millones de personas sufren depresión y la carga que representan las enfermedades depresivas está aumentando. La OMS advierte que una de cada cinco personas llegará a desarrollar un cuadro depresivo en su vida, y este número aumentará si concurren otros factores como enfermedades médicas o situaciones de estrés. A nivel mundial, la incidencia de esta enfermedad es hasta dos veces más alta en las mujeres que en los hombres. También se observa que la depresión afecta cada vez más a los jóvenes. La dependencia del alcohol y de otras sustancias, así como los suicidios son problemas graves y cada vez más difundidos que guardan estrecha relación con la depresión; a nivel mundial, 70 millones de personas sufren trastornos relacionados con el consumo de alcohol. Cada año se suicidan más de 800.000 personas. Los jóvenes son los que corren mayor riesgo ya que muchos de los casos de suicidio corresponden a este grupo.
La depresión es un factor que aumenta el uso de drogas, el alcoholismo y el suicidio en los jóvenes. Muchas veces, debido a circunstancias negativas, muchos jóvenes están tristes por un tiempo pero esto no quiere decir que estén depresivos. En otros casos, puede darse un cuadro de depresión debido a problemas cerebrales biológicos (depresión endógena) o también puede darse el caso de distimias tristes, causadas estás por razones ambientales. Vale decir que ningún joven puede curarse de un caso de depresión patológica por propios medios ya que debe recurrir a la ayuda de un médico psiquiatra y psicólogo. Algunas de las características que señalan un posible cuadro de depresión en los jóvenes son: “Incapacidad para la comunicación y las relaciones sociales: Últimamente no sólo no habla prácticamente en casa sino que, además, se niega a salir con sus amigos. -Disminución del rendimiento laboral o en sus estudios: Le cuesta "demasiado" levantarse por las mañanas y sus notas o trabajo no son todo lo buenos que debieran. -Cansancio, debilidad, incapacidad para disfrutar. Puede que ese excesivo cansancio de nuestro hijo no sea simple aburrimiento tal y como pensábamos se prolonga demasiado quizá sea conveniente que le llevemos al médico para que le realice una revisión.-Insomnio o necesidad de dormir demasiadas horas: Este tipo de enfermedades suelen manifestarse fundamentalmente a través de los trastornos del sueño. Si nuestro hijo no duerme bien intentemos llegar al fondo del asunto antes de que el problema vaya a más. -Tristeza: Todo depende del grado, intensidad y duración. Puede que nuestro hijo tenga un mal día o semana y no por ello padezca una depresión. Antes de alarmarnos procuremos darle un margen de tiempo para recuperarse por sus propios medios.”
Debido a que muchos jóvenes no reciben tratamiento médico terminan suicidándose o incurriendo en conductas autodestructivas. Esta enfermedad debe recibir tratamiento médico para evitar las consecuencias irremediables. La depresión es una de las enfermedades más extendidas en este tercer milenio. Es por esto que debemos reflexionar y aprender a lidiar con ella, fomentando ejemplos de vida que nos ayuden a los jóvenes a crecer espiritual, moral y psicológicamente. El papel de las instituciones públicas es importante. Las mismas deben ayudarnos a los jóvenes a vivir una vida digna, llena de esperanza y proyectos de vida a corto y a largo plazo, alejándonos del vacío existencial. Es menester que los educadores, líderes religiosos y políticos propongan caminos creativos que hagan sentir a los jóvenes participación activa en la sociedad.
Julio César Cháves.
Escritor78@yahoo.com

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