viernes, 9 de marzo de 2007

Hombres eminentes que perseveraron.


Antes de llegar al éxito muchas personas brillantes tuvieron que sobreponerse a la adversidad, el fracaso y el sufrimiento. Numerosos genios de la humanidad tuvieron éxito después de haber sido incomprendidos, vituperados y postergados. Lo único que los hizo triunfar significativamente fue la perseverancia y la voluntad decidida. Un ejemplo claro de perseverancia es Abraham Lincoln que fracasó durante muchísimos años hasta que logro lo que deseaba. Fracasó en lo negocios a los 31 años. Fue derrotado a los 32 como candidato para unas legislativas. Volvió a fracasar a los 34 años en los negocios. Sufrió la muerte de su mujer a los 35. Sufrió un colapso nervioso a los 36. Perdió en unas elecciones a los 38. No consiguió ser elegido congresista a los 43, y tampoco a los 46. No consiguió ser elegido senador a los 55. A los 56 fracasó en el intento de ser vicepresidente. Nuevamente fue derrotado y no salió senador a los 58. Pero fue elegido presidente de los Estados Unidos en los 60. Eso sí que es perseverar pese a todo.
Woody Allen también tuvo que sobreponerse a la adversidad y el fracaso, ya que no logró aprobar en producción cinematográfica ni en ingles en la universidad de Nueva York. Sin embargo, posteriormente fue premiado por la Academia , es un prolífico director, reprobó sus exámenes de ingreso en la universidad y era un mal estudiante de matemáticas. El historiador Edgard Gibbon rehizo dos veces el primer capitulo de su obra “La decadencia y caída del Imperio Romano” antes de entregarla a la imprenta, y tardó 18 años en terminarla. Paúl Valery es considerado uno de los más exquisitos escritores de la literatura universal. Vale decir que su perseverancia en el trabajo no le iba en zaga a su talento. Durante 55 años se levantó todos los días a las 5 de la mañana para escribir hasta las 11.
Pablo Picasso es otro genio que supo perseverar pese a todo. Antes de ser revelado al publico gracias a la estadounidense Gestrude Stein, a quien retrató, atravesó un periodo de desaliento tal que llegó a tirar sus telas, ya que no conseguía ubicarlas en ningún marchand. Obras lamentablemente perdidas para la posteridad, sin contar las que Picasso quemó para calentarse en los duros inviernos que atravesó. Si Picasso hubiera dejado de perseverar y si hubiera renunciado poco antes de conocer a esa estadounidense, ciertamente no habría conocido la misma gloria, y no se habría convertido en multimillonario gracias a la pintura. De hecho, ese pobre pintor, ilustre desconocido, iba a convertirse en el más rico pintor de la historia. A su muerte, se estimó que su fortuna alcanzaba los 750 millones de dólares.
George Stephenson tardó 15 años en perfeccionar la locomotora. Jacob Watt tardó 20 años en construir la maquina de vapor. William Harvey estuvo experimentando durante 8 años antes de descubrir la circulación de la sangre. Noe Webster empleó 30 años en su diccionario y con sublime paciencia consagró su vida al ordenamiento y definición de voces. El gran poeta y novelista Oliver Goldsmith, en los comienzos de su carrera literaria, no podía escribir diariamente más de 4 líneas bien pensadas. 7 años tardó en componer “La aldea desierta”. Perseverando en su labor adquirió una agilidad mental y un dominio del lenguaje, que otros escritores de mayor talento, pero menos laboriosos, intentarían en vano igualar. Estas son personas eminentes que supieron perseverar. Al fin y al cabo, “un éxito es un momento de más de sostenimiento”, dice un antiguo proverbio.

Julio C. Cháves.

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