viernes, 9 de marzo de 2007

Los celos.


Cuando los celos dejan de ser inocentes se transforman en algo oscuro llamado deseos de posesión exclusiva. Cuando este tipo de sentimientos más o menos naturales se vuelven exagerados se transforman en patológicos lo cual destruye la pareja, las amistades y las familias. Los celos pueden transformarse en odio e incluso pueden conducir a los amantes hacia la violencia. "Nueve años seguidos quisiera estarla matando", dice Otelo, en la obra homónima de Shakespeare, cuando se cree burlado por Desdémona, su esposa. Los celos patológicos implican alteraciones fisiológicas y psicológicas lo cual provocan cambios drásticos en la conducta y el carácter, incluso pueden causar trastorno en la tiroides. Pero los síntomas más significativos son las alteraciones mentales, entendidas como obsesiones, manías y neurosis. Entre otros trastornos mentales relacionados con los celos patológicos está el delirante paranoide que, como citamos más arriba, corresponde a un estado de elevación de la conciencia del Yo, con gran tendencia a la autorreferencia y a la proyección de las propias ideas en los demás. En una peligrosa forma de psicosis paranoide, el tema central lo constituyen los celos sexuales delirantes. Los celos tienen una compleja psicopatología y los celos patológicos se presentan en diversas situaciones, incluyendo la paranoia conyugal (síndrome de Otelo), limitada al delirio de celos que involucra a la pareja. La angustia a la que se ve sometida una persona celosa deriva rápidamente en ira. La persona acusa, espía o sigue insistentemente a su pareja, con el fin de demostrar la infidelidad, llegando a registrar su ropa en busca de evidencias o a malinterpretar acciones que justifiquen su sospecha. La agresión física se transforma, en estos casos, en un peligro real.
Los celos patológicos están acompañados de intensos sentimientos de inseguridad, auto-compasión, hostilidad y depresión y suelen ser destructivos para la relación. Algunas veces los celos son necesarios como una forma de vivificar el amor en la pareja después de un bajón afectivo. Pero cuando se hacen evidentes todo el tiempo es porque algo anda mal dentro de la persona celosa. Algunas veces al ponernos celosos le transmitimos al otro que nos importa, lo cual es un halago. No es así cuando lo único que nos importa es controlar al otro, poseerlo. “El perfil psicológico de la persona que siente celos se relaciona con la baja autoestima y la inseguridad. Estas personas, además de tener reacciones emocionales negativas, tienen necesidades de estimación y demanda continua de aprobación. La persona celosa reclama un sacrificio, desea ser amado incondicionalmente, siendo incapaz de sacrificarse, puesto que suele ser demasiado egoísta y desconfiado. Por estas necesitadas de estimación, suelen demandar constante aprobación”, escribió un importante psicologo. El doctor Miguel Lorente en su libro "Mi marido me pega lo normal" dice que todavía está muy extendida la frase de "si no es celoso es porque no te quiere". Efectivamente, todavía mucha gente asocia los celos al amor. Pero a veces ese "amor" lleva a las personas, con mayor frecuencia, a los hombres, a comportamientos que van más allá de lo racional y de lo cívico.
Se han escrito muchas frases sobre los celos. A continuación quiero compartir con ustedes algunas frases a modo de conclusión que me parecen interesantes: Rolando Barthes decía: “Al ser celoso, sufro cuatro veces: por sentirme excluido, por ser agresivo, por ponerme como un loco y por ser tan ordinario”. Jacques Chardonne afirmaba que los celos “son el vicio de la posesión. Poseer está prohibido al hombre. A falta de poseer la persona real, el celoso se agota por crear una presencia ficticia, incesantemente revitalizada por la idea de perderla”.Shakespeare sostenía: “Una nada, un soplo, una ligera sombra como el agua; ante los ojos del celoso, todo, todo se convierte en una prueba tan fuerte como es la palabra del Evangelio”. Sin nada más que decir en la columna de esta semana quiero decirles unas últimas frases que nos enseñan a confiar y respetar a quien amamos: Una pareja come del mismo pan pero no del mismo trozo. Una pareja bebe del mismo vino pero en diferente vaso. Una pareja tiene la misma música en común pero baila distinto. ¡Hasta la próxima semana!
Escritor78@yahoo.com juliogenial@hotmail.com

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