sábado, 17 de marzo de 2007

Información seleccionada.

La global sociedad en que vivimos esta sobrecargada de información. El caudal de información que se nos presenta a través de los medios, la televisión, la Internet, y los medios impresos, es tan grande que resulta difícil la selección de tanta información, a menos que dispongamos de una sabia capacidad de selección. Seleccionar la información es importante ya que consumir datos indiscriminadamente puede saturar nuestra mente, puede reducir nuestra capacidad de asombro, puede reducir nuestra capacidad de concentración, interés, inteligencia y creatividad.
Además de haber demasiada información, la información disponible es “Información basura”, lo cual somete a los receptores pasivos a una influyente contaminación mental. Esta contaminación es lo que tiene que ver con los mensajes mediáticos que son opuestos a los valores, a la axiología racional, y a las sanas virtudes, esta influencia nefasta de los medios fomenta: la permisividad, el hedonismo, el relativismo y el materialismo.
Debido a la sobreabundancia de la información basura es que debemos ser perceptores activos, procurando seleccionar los datos y las imágenes que solamente contribuyen a nuestro crecimiento integral como personas. La información que consumimos determina el contenido de nuestra mente. Seleccionar con discernimiento e inteligencia la información hará que poseamos una mente positiva, axiológica, racional, clara y coherente. Si consumimos buenos libros, filmes sanos, sanas páginas Web, seguramente el contenido de nuestra mente será beneficioso y contribuirá a que tomemos buenas decisiones, sacando provecho de nuestras elecciones de vida.
Los que difunden la información basura, sea en la televisión, la Internet u otros medios, arguyen que si uno deja de lado la información que ellos nos brindan queda fuera de contexto, totalmente desactualizado. Esto es una mentira engañosa, ya que lo único que les interesa a los dueños de estos medios es ganar dinero y anular nuestra capacidad de pensar. Debido a la consumición de esta información basura nuestras capacidades de creatividad, ingenio y coherencia quedan ofuscadas.
Seleccionar la información que consumimos es imprescindible si deseamos configurar una mentalidad axiológica, pertinente, y coherente. Antes de ingresar datos a nuestra mente es menester que nos preguntemos: ¿Me benefician estos datos? ¿Mejoraran mi vida como ser humano? El pensador Edward R. Tufte, experto en estadística y cartógrafo, nos ofrece el siguiente consejo para seleccionar sabiamente la información:”Nos enriquecemos en mundos densos de información debido nuestra maravillosa capacidad cotidiana de seleccionar, cortar, clasificar, estructurar, subrayar, agrupar, acoplar, fusionar, armonizar, sintetizar, centrar, organizar, condensar, reducir, simplificar, elegir, comprimir, categorizar, catalogar, refinar, abstraer, monitorear, observar, idealizar, aislar, discriminar, distinguir, proteger, separar, escoger, agrupar, escoger, clasificar, promediar, filtrar, amontonar, saltar, nivelar, fragmentar, apiñar, agregar, destacar, resumir, ordenar, revisar, escudriñar, hojear, tantear, analizar, hilvanar, examinar, enumerar, juntar, separar el trigo de la paja y no confundir aserrín con pan rayado.
Julio César Cháves.

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