lunes, 5 de marzo de 2007

Influencias.


En su ensayo titulado Seamos personas de influencia, John C. Maxwell y Jim Dornan, abordan el tema de influenciar simple y perspicazmente, manteniendo relaciones interpersonales positivas, triunfando en lo que refiere a dejar una huella duradera en la vida de nuestros semejantes. A lo largo del libro se habla básicamente de una sola cosa: La capacidad de influir. Cotidianamente entablamos relaciones de todo tipo, relaciones laborales, familiares, amistades, noviazgos, etc. Y no aceptemos o no, cuando mantenemos contacto humano con otra persona, ejercemos influencia y a su vez nos influencian. Tenemos memoria y allí guardamos miles y miles de recuerdos de las personas con quienes nos relacionamos. Somos seres sociales, comunicativos, decimos cosas, transmitimos sentimientos, ideas, pensamientos, emociones. Dejamos marcas. Y nos dejan marcas.
Generalmente en las entrevistas que se realizan a escritores, pintores, músicos y todo género de artistas, se les pregunta respecto a quienes son sus puntos de referencia en lo artístico. Lo que hacen los artistas esta influenciado por otros artistas. De la misma manera, nuestra manera de ser esta íntimamente relacionada con la forma de ser de los demás. La gente siempre dice: “Dime con quien andas y te diré quien eres”. Dicen esto porque se sabe que somos producto de nuestro entorno social. Si nos juntamos con personas positivas de un modo u otro seremos optimistas pero si nos juntamos con personas que lo ven todo oscuro, nefasto, terminaremos viendo el mundo negativamente.
Teniendo en mente el tema de la influencia, vale reflexionar sobre por que personas nos dejamos influenciar. Claro que uno de ser uno mismo, auténtico, genuino, pero siempre las personas provocan cambios y reacciones en uno. Por esto hay que seleccionar a las personas. Hay que buscar buenas influencias. Hay que mirar debajo de las apariencias. Hay que mirar la esencia de las cosas. Las personas valiosas son aquellas que mantienen una conducta moral coherente, ética, moral, lúcida. Si tienen estas características son buenas influencias. Pero si se conducen sin referencias axiológicas son malas influencias. Las personas con criterio eligen sus influencias. “El mundo nace en nosotros, como Descartes hizo reconocer, y dentro de nosotros adquiere su influencia habitual”, dijo el Filósofo alemán,
Edmund Husserl.


Julio César Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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