Evitemos las quejas.

Si hay algo que debemos evitar para vivir mejor es la queja. Quejarse, lamentarse, es una actitud negativa. Muchas personas creen que por pasar por circunstancias negativas tienen el derecho a quejarse de su situación. Si que tienen derecho a quejarse, pero al hacerlo no ganan nada, por el contrario, pierden la armonía con el medio en el cual viven.
Una persona sabia jamás se queja porque sabe que es responsable de las cosas constituyentes de su vida y también sabe que hay cosas que escapan a su control. La persona inteligente cambia las cosas que puede cambiar y deja como están y acepta las cosas que no puede cambiar. Ser una persona sabia consiste en vivir de acuerdo a las cosas que nos brinde la vida. Quien se queja de todo es porque no valora nada. Quejarse es menospreciar la propia vida.
Cuando llueve el quejoso se queja de la lluvia. Cuando hay sol se queja de que el sol esta muy fuerte. Si esta nublado se queja por las nubes. Estas personas quejosas no solo se arruinan la propia vida sino que también molestan y entorpecen la vida de los demás. Indefectiblemente con la queja no se resuelve nada. Es más, esta actitud complica las cosas. El quejoso es un criticón. Lo mira todo con los anteojos del pesimismo. Nunca encuentra nada positivo en la vida de nadie. Solamente se fija en lo malo. Solamente emite malas premoniciones. No alienta ni elogia a nadie. Jamás ve algo positivo. A penas se levanta a la mañana se empieza a quejar del día, del trabajo, de las nefastas horas que le esperan por transitar.
Quejarse es de mediocres. Los hombres superiores son aquellos que disfrutan de sus vidas aunque las circunstancias no sean totalmente favorables. Un individuo superior es aquel que trata de mirar con buenos ojos a los demás. Ve lo bueno en la vida de si mismo y en la vida de los otros. Asume las propias responsabilidades. No se lamenta de las cosas que no puede cambiar porque esta ocupado en cambiar aquellas que si puede. Lo único que le importa es trabajar por superarse. Supera los escollos que se le presentan en su camino y sigue adelante. Luchando por estar mejor cada día. Davanzati dijo: “En las cosas difíciles se emplea el valor”. Monti también dice: “La firme constancia queda vencedora de todo desastre”.

Julio C. Cháves.