martes, 27 de marzo de 2007

El poder destructivo de la rebeldía.


Esta de moda ser rebelde. Todos tienen sus propias reglas y códigos de valores. Cada hace lo que bien le parece. Los rebeldes se sublevan, faltando a la obediencia debida. Son indóciles, desobediente, opuesto con tenacidad a quien piense diferente a ellos. Los violentos se oponen tenazmente a lo prescrito o establecido. Viven a su manera. Rick Jones en su ensayo Escalera al infierno, cuenta: “Las Twister Sister (hermanas torcidas), cantantes de heavy metal, tienen una canción y un video titulado: No lo vamos a aguantar. En el video un adolescente arrastra a su padre por el pelo dentro de la casa y lo lanza por la ventana de un segundo piso. El titulo de la canción puede sintetizarse en una palabra: Rebelión. El lema del grupo y de todos los demás grupos de rock es el mismo: rebelión. Rebelión contra los padres, contra la ley, contra la escuela, contra la sociedad. En los últimos 25 años esta filosofía de la rebelión la han estado embutiendo a los jóvenes como se le embute la comida a un niño que llora. Al joven que se somete a la autoridad hoy día lo tratan como a un tipo raro. Es que la obediencia no esta de moda”. La rebeldía y la permisividad no sólo es el guión de adolescentes y jóvenes sino también de adultos. Se ha perdido el respeto a los semejantes. Advertir una total insensibilidad e indiferencia hacia las necesidades de los semejantes. La competencia feroz es una droga psicodélica. Se puede decir que muchas personas se parecen a los personajes adolescentes psicodélicos de la novela La naranja mecánica de Anthony Burguess, los cuales viven en una Londres futurista plagada de violencia y rebeldía. “…como pecado de adivinación es la rebelión…”. (I Samuel 15:23).
La rebelión contra todo lo establecido es un camino de degradación y autodestrucción. Hay que reconocer que en el mundo hay leyes humanas y divinas que condicionan favorablemente nuestras vidas. Antes de conocer a Cristo yo era un fiel seguidor del heavy metal. Tenía el pelo hasta la cintura, usaba aros, fumaba marihuana, dormía de día y andaba de noche, era un rebelde, iba en contra de la sociedad, pero después de unos años me di cuenta que hay leyes que rigen nuestras vidas. La rebeldía hizo que cometiera muchos errores y desperdiciara muchos años de mi vida. Hoy en día me dio cuenta que hay que darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Lucifer por ser rebelde fue echado del cielo. Los rebeldes se pierden muchas bendiciones. La rebeldía produce caída y destrucción moral. La rebeldía daña nuestra relación con los demás y nos aleja de Dios. La rebeldía nos impide ser felices. Hay que decir que hay tres tipos de rebeldía. Una es la rebeldía regresiva, en donde los individuos adoptan una postura de protesta muda, pasiva. En segundo lugar esta la rebeldía agresiva, donde las personas se expresan mediante la violencia, haciendo sufrir a los demás alivia su propio sufrimiento. Y por último la rebeldía transgresiva, la cual consiste en ir contra las normas morales y éticas establecidas por la sociedad. Como hemos visto la rebeldía se manifiesta de múltiples formas pero todas sus expresiones son de destrucción para las relaciones humanas. Los rebeldes terminan mal. A lucifer le fue mal y será arrojado en el lago de fuego y azufre. Antes de la caída viene la rebelión. El escritor C. S. Lewis nos dice para que reflexionemos: “Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por ser bueno. Sólo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar”.


Julio César Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: