lunes, 5 de marzo de 2007

El concepto de amor negativo.


El concepto de amor negativo, que acuñó Bob Hoffman en 1967, explica gran parte de los padecimientos de los individuos en relación con la influencia de los padres. Los especialistas definen al amor negativo como el impulso humano más paralizador; es la adopción de las conductas, estados anímicos, características y mensajes negativos de nuestros progenitores. Cuando los padres educan a los hijos, no como quienes son realmente, sino como ellos desean que sean, se gesta dentro de los niños, adolescentes y jóvenes el amor negativo. La lc. Berta Sperber dice: “El amor negativo es la evidencia de la persona de sentirse indignada de ser amada, que viene de haber sentido que sus padres no lo reconocieron como quien era realmente, sino que se dedicaron a educarlo como quien debía ser. Desde ahí la persona se desconecta de su propio ser y empieza a trabajar -desde muy chico-, para satisfacer las expectativas de los padres o, si sufrió mucho en la infancia, para rebelarse y ser lo opuesto a aquello que se esperaba de él”. Desde que los padres educan y forman a sus hijos con ideas predeterminadas de cómo deben ser cuando incurran en el mundo adulto, los hijos luchan denodadamente por satisfacer los deseos interminables de los padres, lo cual los aleja de lo que realmente son o quieren ser, provocando a largo plazo una rebeldía en los hijos que los llevan a ser lo totalmente opuesto a lo que los padres desean. “En la obra "Por tu propio bien" de la doctora Alice Miller, aunque no se identifica explícitamente el síndrome de amor negativo, se defiende la premisa de que la programación infantil es la razón de la conducta negativa. En su libro anterior, "El drama del niño dotado", relata una interesante anécdota sobre Marie Hesse, la madre del famoso poeta y novelista Herman Hesse. En su diario, Marie Hesse describe cómo sus padres consiguieron anular su voluntad a los cuatro años. Más tarde el comportamiento desafiante de su hijo Herman a esa misma edad le producía tal sufrimiento que se vio "obligada" a tomar medidas contra el niño. Hasta que Herman cumplió los quince años, Marie intentó anular la voluntad de su hijo igual que su madre había hecho con ella, Llegando incluso a meterlo en un correccional «por su propio bien», como para decirle a su propia madre: "Mamá ¿me querrás ahora?". No es más; que otro ejemplo rotundo de cómo se transmite el amor negativo de generación en generación”.
Esta experiencia afectiva contradictoria de los hijos con sus padres provoca una paradoja emocional debido a los deseos que tienen los padres de moldearlos a su imagen y semejanza, ofreciéndoles amor a cambio del cumplimiento y acatamiento de las reglas y condiciones impuestas y preestablecidas respecto a la formación de la personalidad del niño. El amor condicional por parte de los padres estigmatiza a los hijos, configurando a largo plazo a personas dispuestas a entregarse en nombre del amor siempre con condiciones, aceptando chantajes para ser aceptados y amados, aunque esto implique acoso moral, manipulación y utilitarismo emocional. Debido a la influencia del amor negativo muchas personas dejan de creer en si mismas, viviendo sus vidas con problemas de autoestima y relaciones contradictorias. Todo este contexto emocional en los hijos se debe a la crianza impregnada de mandamientos obligatorios por parte de los progenitores.
Ahora, creo imprescindible que una persona para amar libremente, sin chantajes afectivos, debe despojarse del estigma del amor negativo ya que esto le impedirá desarrollar relaciones afectivas dichosas. Indudablemente para recuperar la conexión con los demás debemos valorarnos a nosotros mismos, porque quien no tiene una buena relación intra-personal no puede llevarse bien con los demás. De hecho, el verdadero amor no impone leyes ni chantajea al otro sino que simplemente busca el bien del que esta enfrente antes que el propio. Hay que entender que el amor negativo es una adicción compulsiva que mina nuestra capacidad para amar libremente. Todos tenemos derecho a ser aceptados y reconocidos con nuestras particularidades y nuestra idiosincrasia. Cada uno es capaz de elegir el propio camino. Podemos recibir consejos de los progenitores pero cada uno de los hijos elegirá sus preferencias y por cual senda caminar. Nadie puede obligarnos a cumplir determinadas reglas para darnos amor a cambio. Todos los seres humanos merecemos ser amados por los demás y el amor negativo es una programación negativa que degrada a los hijos y los vuelve incapaces de amar incondicionalmente. “Lo emocional no es elaborativo, dice la lic. Berta Sperber así que no necesita meses ni años de maduración: necesita "ver". A diferencia de nuestro intelecto, que precisa tiempo para comprender, analizar, elaborar... lo emocional no, y la grabación que produce el rechazo del propio ser está en el plano emocional. Allí donde se abre la experiencia emocional, la persona empieza a recibir mensajes de qué le pertenece y qué no, qué fue aprendiendo y qué no. Así nos damos cuenta de quiénes no somos, rompemos con una serie de creencias, prejuicios y valores mal entendidos y desde lo emocional captamos que somos seres amorosos, dueños de un amor sin condiciones, con una capacidad de compasión y perdón para los demás y para nosotros mismos que nos hace muy poderosos”.
Julio César Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: