Cuando uno se cree más seguro y confiado es ahí cuando surgen los problemas. Hay problemas que son fáciles de resolver y otros a veces cuestan un poco más pero de todos modos los resolvemos. Así pues hay problemas que nos complican la vida y no sabemos que hacer. Sin embargo, aunque parezca que muchos problemas no tienen una solución racional se pueden resolver siempre. Te cuento un ejemplo: “En 1930 en una pequeña ciudad junto al Danubio, ocurrió un hecho al que los periódicos de su tiempo dieron un enorme relieve. Un joven aspirante a suicida se arrojó de un puente, los gritos de los testigos hicieron acudir a un gendarme, que en vez de lanzarse al agua cogió el fusil, apuntó hacia el joven y gritó: ¡Sal de ahí o disparo! El joven obedeció y salió del agua”.
En su ensayo El arte de la estratagema, el psicólogo y psicoterapeuta, Giorgio Nardone aborda el tema de las estrategias para resolver problemas de modo sencillo. Dice Giorgio: “El arte de la estratagema es un arte antiguo, no sólo porque está en la base de seculares tradiciones de sabiduría sino sobre todo porque pertenece a los seres vivos: basta observar animales y plantas para registrar estrategias de supervivencia, de defensa o de ataque. El hombre sencillamente ha mejorado aquello que desde hace una eternidad la naturaleza pone bajo sus ojos. La inteligencia y la creatividad aplicadas a la coordinación de los medios necesarios para alcanzar un objetivo forma parte de esa sabiduría que desde siempre guía o debería guiar a los seres humanos. Pero esta sabiduría debe ser cultivada”.
El elaborar estrategias para resolver los problemas es una forma de instalarnos en la realidad asertiva, coherente e inmanentemente. No hay nada imposible de resolver. Basta con encontrar la estrategia adecuada para llegar a algún lugar y lograr la superación. Con astucia y valor podemos llegar a buen puerto. En algunas oportunidades no encontramos la solución a los problemas complejos porque buscamos soluciones complejas cuando en realidad la solución puede ser sencilla. Simplificando y resumiendo las cosas se vuelven más claras. Las dificultades pueden ser grandes pero las soluciones son mucho más grandes. Las circunstancias pueden ser modificadas. Ante la adversidad podemos dejar las cosas como están o podemos mejorarlas, modificarlas, cambiarlas, pintarlas, pulirlas, lustrarlas, aclararlas. Es obvio que ciertas cosas no se pueden cambiar como la muerte, las enfermedades terminales y otras cosas, pero hay cosas que están en nuestras manos y son nuestra responsabilidad. Hay cosas que podemos cambiarlas pero para eso se necesita voluntad, tesón, optimismo, coraje, garra, perseverancia y por supuesto estrategias. La estrategia, del Griego Strategía; de estrategos, jefe, es el arte de preparar y dirigir las operaciones militares. También es dirigir y preparar la propia vida. La estrategia entonces es encontrar el modo de lidiar con una eventualidad, con un problema. En la vida hay miles de limitaciones, contratiempos, falta de recursos, negativismos, pero todo este contexto adverso no tiene poder contra aquellos que ponen fuerza de voluntad y se esmeran en hallar una estrategia para darle solución a un problema cualquiera. Siempre hay respuestas a todas las preguntas. Huxley dijo: “La realidad no es lo que nos ocurre sino lo que hacemos con aquello que nos ocurre”.
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
En su ensayo El arte de la estratagema, el psicólogo y psicoterapeuta, Giorgio Nardone aborda el tema de las estrategias para resolver problemas de modo sencillo. Dice Giorgio: “El arte de la estratagema es un arte antiguo, no sólo porque está en la base de seculares tradiciones de sabiduría sino sobre todo porque pertenece a los seres vivos: basta observar animales y plantas para registrar estrategias de supervivencia, de defensa o de ataque. El hombre sencillamente ha mejorado aquello que desde hace una eternidad la naturaleza pone bajo sus ojos. La inteligencia y la creatividad aplicadas a la coordinación de los medios necesarios para alcanzar un objetivo forma parte de esa sabiduría que desde siempre guía o debería guiar a los seres humanos. Pero esta sabiduría debe ser cultivada”.
El elaborar estrategias para resolver los problemas es una forma de instalarnos en la realidad asertiva, coherente e inmanentemente. No hay nada imposible de resolver. Basta con encontrar la estrategia adecuada para llegar a algún lugar y lograr la superación. Con astucia y valor podemos llegar a buen puerto. En algunas oportunidades no encontramos la solución a los problemas complejos porque buscamos soluciones complejas cuando en realidad la solución puede ser sencilla. Simplificando y resumiendo las cosas se vuelven más claras. Las dificultades pueden ser grandes pero las soluciones son mucho más grandes. Las circunstancias pueden ser modificadas. Ante la adversidad podemos dejar las cosas como están o podemos mejorarlas, modificarlas, cambiarlas, pintarlas, pulirlas, lustrarlas, aclararlas. Es obvio que ciertas cosas no se pueden cambiar como la muerte, las enfermedades terminales y otras cosas, pero hay cosas que están en nuestras manos y son nuestra responsabilidad. Hay cosas que podemos cambiarlas pero para eso se necesita voluntad, tesón, optimismo, coraje, garra, perseverancia y por supuesto estrategias. La estrategia, del Griego Strategía; de estrategos, jefe, es el arte de preparar y dirigir las operaciones militares. También es dirigir y preparar la propia vida. La estrategia entonces es encontrar el modo de lidiar con una eventualidad, con un problema. En la vida hay miles de limitaciones, contratiempos, falta de recursos, negativismos, pero todo este contexto adverso no tiene poder contra aquellos que ponen fuerza de voluntad y se esmeran en hallar una estrategia para darle solución a un problema cualquiera. Siempre hay respuestas a todas las preguntas. Huxley dijo: “La realidad no es lo que nos ocurre sino lo que hacemos con aquello que nos ocurre”.
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
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