domingo, 11 de marzo de 2007

Deleitando los oídos.


La música amansa las fieras, mantiene los signos vitales más estables ,libres del estrés, y provee de serenidad al alma. En la India , el flautista encanta la serpiente venenosa. Una marcha militar enardece el ánimo de los soldados. Una madre duerme a su hijo cantándole una canción de cuna. La música posee un lenguaje universal. Arthur Schopenhauer, filosofo alemán (1.788-1.860), dijo: “La música expresa lo que hay de esencial en el mundo”.
La música es un idioma en el cual se comunican ideas, sentimientos, creencias. El compositor alemán Jacob Félix Meendelsohnn-Bartholdy (1.809-1847), el cual fue muy renombrado en su época, expresó: “La música es más precisa que la palabra, y querer explicarla con palabras es oscurecer su sentido genuino”. La música es tan positiva que se usa para curar enfermedades de origen nervioso: la angustia, neurosis, depresión, etc. Las llamadas terapias musicales o músico terapias se usan con un nivel alto de buenos resultados, ya que hacen cambiar positivamente el estado de ánimo del paciente. La música favorece el recogimiento y eleva los sentimientos y las emociones. Se puede oír todo tipo de música. Hay personas que necesitan escuchar música alegre y otras que necesitan escuchar algo que las tranquilice. Hay algunos que necesitan música tranquilizante y otra música energizante, todo depende de los gustos y necesidades de las personas.
Platón (427- 347 a . c.) dijo que la música podía fortalecer el ánimo de las personas. Pitágoras (582- 507 a . c) usaba la música como terapia para las embarazadas. Creía que el sonido de la flauta beneficiaba a la madre y al feto. La música es buena en la fábrica, en la oficina, en los talleres, en las oficinas municipales, en la sala de espera de los aeropuertos, etc. La música ayuda a vivir y amansa las fieras, dice el viejo refrán.
Chopin (1810-1.849) tocaba música para el gran Duque para ayudarle en sus ataques epilépticos. Un filosofo francés, afirmó: “La música es cien veces más rápida que las palabras”. Los científicos han comprobado que la música es un sedante que atenúa los dolores físicos. En algunos países, los dentistas, cuando tratan a sus pacientes, les hacen escuchar música con auriculares. De este modo, no sienten casi el dolor. Un periodista pensó: “El que se sienta en el sillón del dentista y oye la Novena Sinfonía de Beethoven, en lugar del zumbido estridente del torno, se sustrae al efecto de esa música. Se concentra en ella, no piensa en el dolor, pierde el miedo y antes de darse cuenta, el tratamiento ha terminado”. Huelga decir que la música tiene efectos psicológicos y fisiológicos que se transforman en comportamientos sociales o antisociales, pacíficos o violentos, según su ritmo. De ahí la importancia de elegir la música. Siempre es bueno escuchar música positiva, con buenos ritmos musicales y buenas letras. La música influencia nuestra vida totalmente.
Como dije en la primera línea: “La música amansa las fieras”. Obviamente también puede enfurecer aun más a las fieras. Lo adecuado es que la música que escuchemos amanse nuestro estado de ánimo.

Julio C. Cháves.

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