lunes, 12 de marzo de 2007

¿Cómo salir del aislamiento y la soledad?


“Sentirse completamente aislado y solitario, conduce a la desintegración mental”, dijo Eric Fromm.



La soledad no discrimina a nadie. Entra en la casa del pobre y en la del rico. Muchos tienden a la autodestrucción por cuasa de su soledad. Hay personas que están tan solas que se sienten asediadas por la angustia, la desesperación y la falta de sentido. Sin duda podemos afirmar que la soledad, aunque el mundo esta cada día mas poblado, es uno de los mayores problemas del siglo XXI. De hecho, es una de las principales causas de suicidio. Obviamente que hay diferentes tipos de soledad. Ciertos individuos están simplemente solos. Y otros están zambullidos solos en su sufrimiento, en su tristeza y su culpa, en su fracaso y su egoísmo. Muchos se sienten solos en medio de la sociedad. ¡Cuantas personas sufren de soledad!
La soledad no es buena. No es bueno que estemos solos. Por eso debemos poner empeño en salir de nuestro aislamiento y nuestra soledad. Aislarse deriva en perturbaciones mentales y conduce a los pensamientos autodestructivos. De ahí la importancia de salir hacia los demás. En el aislamiento habitan la falta de sentido, el vacío, el egoísmo, la agresividad hacia las propias personas. Entonces debemos ser conscientes de que necesitamos relacionarnos. Necesitamos de los demás. Necesitamos amar y ser amados. Un mundo mejor surgiría fácilmente si todos pusiéramos empeño en vivir amándonos y amado a los demás.
Hay que salir hacia los demás. Si queremos ser personas completas debemos aprender a vivir en compañía de los demás. Al fin y al cabo, debemos darnos, abrir nuestro corazón a las buenas personas. No es bueno estar solo. El amor a los demás es la clave para vencer la soledad. Todos podemos compartir nuestra vida nos enriquece por el hecho de que conocemos otros puntos de vista, otras opiniones, otros corazones, otras personalidades. El psicólogo Charles Spezzano en su ensayo “EL ARTE DE CRECER” ,dice al respecto de nuestra relación con los demás: “Los diferentes choques entre mi interior y los de otros son infinitos y quizás sean lo que llevaron a un filosofo a decir que el infierno son las demás personas. Las necesidades del otro y las mías nunca coincidirán por completo, y en mis intentos de sentirme mejor quizás haga que el otro se sienta mal, y luego quizás el otro me haga sentir mal por hacerlo sentir mal. Los momentos mágicos son aquellos en que otra personas esta allí con uno. Sabemos que él sabe cómo nos sentimos y no les molesta que nos sintamos así. La propia felicidad refleja la del otro, o el otro entiende nuestros sentimientos negativos y nos expresa que podemos estar así todo el tiempo que nos haga falta y que él seguirá allí con nosotros. Una gran amistad puede surgir de momentos semejantes”.

Julio C. Cháves.

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