La
verdadera riqueza no esta relacionada únicamente con el dinero. De hecho, hay
personas que son tan pobres que solo tienen dinero. La verdadera riqueza esta
íntimamente relacionado con el dinero, la salud, la espiritualidad y la sabiduría.
Tener sabiduría es ser rico en criterio. La sabiduría atrae las bendiciones. La
ignorancia conduce a la mala administración, el despilfarro, el derroche, pero
la sabiduría conduce a la buena administración de nuestras finanzas y de
nuestro tiempo. Ser sabio es saber vivir conforme a lo que uno tiene. Éxito es
adquirir lo que se quiere. Felicidad es querer lo que tenemos. Prosperidad es
reconocer que Dios es la fuente de nuestros ingresos.
El verdadero progreso tiene que ver con
entablar buenas relaciones interpersonales. Si conocemos personas tenemos más
posibilidades de alcanzar nuestros sueños. Si queremos a la gente vamos a ser
queridos y aceptados por los demás. Si sabemos tratar a la gente y buscamos la
justicia, la equidad y la comprensión, cosecharemos comprensión y empatía. El
amor atrae el amor. No busquemos cambiar a nadie, aceptemos a otros tal cual
son. Amemos y seremos amados.
Otra cosa importante para ser rico es
enriquecernos interiormente. Debemos reconocer que tenemos derecho a ser
felices. Tenemos derecho a sonreír, ver lo positivo. Hay que llevarse bien con
uno mismo porque si nos amamos a nosotros mismos vamos a tener una sólida
autoestima, vamos a atraer el trabajo, las oportunidades, las soluciones a los
problemas. Cuando las personas que nos rodean ven que hablamos de soluciones y
no de problemas, cuando advierten que buscamos lo bueno y omitimos lo malo
vamos a avanzar hacia las relaciones interpersonales fructíferas. El mundo nos
ve como nosotros nos vemos a nosotros mismos. Podemos ser felices.
También tenemos que darle valor a nuestros
sueños. El que no sueña esta muerto. Debemos activar nuestros sueños. Porque el
que busca halla. Al que llama se le abre. Los buscadores siempre llegan a
destino. El que no logra nada es porque no busca con intensidad. Si no leemos
no vamos a enriquecernos. Suspende lo que no te dio resultado. Hace cosas que
te den resultados. Soña. Pensa. Busca. Movete. Desarrolla tu fe. Entrena.
Ejercita tu voluntad. Busca con diligencia las respuestas, hace las preguntas
correctas. Jamás renuncies a tus sueños. Jamás mires atrás. Jamás te rindas. La
diferencia entre un profesional y un mediocre es la intensidad. Recordemos que
nuestro nivel de cosecha depende de nuestro nivel de siembra.
Otra cosa para atraer la verdadera riqueza,
la cual es la más importante, es orar, buscar a Dios. Hay que ser un buscador
de la presencia del Señor. A veces
escucho a gente que se queja de sus problemas y les pasa esto porque no buscan
a Dios. Si buscamos a Dios es porque estamos dándonos a él. El tiene tiempo
para Dios tiene tiempo para la bendición. Cuando tenés un corazón conforme al
corazón de Dios van a caminar por fe y no por vista. Tu vista va a ver los
problemas, pero tu fe verá las soluciones a tus problemas. Si tenemos tiempo
para Dios tenemos tiempo para ser felices.
Julio
césar cháves escritor78yahoo.com.ar
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