Ni la fama ni la vanidad lograron afectar a Einstein. En este mundo de internet, Facebook, y YouTube, en este mundo de los realitys, donde la mayoría quieren ser famosos, es de vital importancia recuperar y valorar la sencillez como una virtud fundamental. La sencillez elimina las máscaras y tiende hacia la naturalidad. Como en un motor, a mayor sencillez, menos probabilidades de avería. La sencillez denota inteligencia, madurez y sabiduría. Sencillez es buen juicio, sentido común, racionalidad. El hombre sencillo sabe lo que quiere, conoce sus limitaciones y fortalezas, busca el bien propio sin disminuir el bien ajeno. El hombre sencillo es optimista, simplifica los problemas, prospera aún en medio de la adversidad, sonríe aún en medio de la más cruel tristeza. Un hombre sencillo ocupa el lugar que le corresponde en la vida, cumple su rol como ser humano y sabe que la vida de un hombre es como un miserable borrador, un puñadito de tristezas, que caben en unas pocas líneas.
Julio césar cháves
www.juliochaves.blogspot.com
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