
Atraemos lo que albergamos dentro de nosotros. “Tenemos un ejemplo de esto en música llamado el principio de resonancia simpática. Si se colocan dos pianos separados en una habitación grande y se golpea en uno de ellos la nota «do», se puede ir seguidamente hacia el otro piano para observar que en él la cuerda correspondiente a la nota «do» está vibrando con idéntica intensidad que la cuerda hermana del primer piano. Pues bien, según este mismo principio, tú tiendes a conocer y relacionarte con gente y situaciones que vibran en armonía con los pensamientos y sentimientos que te dominan”. La ley de atracción arguye que lo semejante atrae lo semejante. Y aunque muchos no lo crean, esta ley se encarna en cada ser humano sobre la faz de la tierra. Porque somos lo que pensamos.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar www.juliochaves.blogspot.com
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