domingo, 4 de abril de 2010

Las mentiras del príncipe de la muerte

La actividad de Satanás se ha acrecentado como nunca antes en la historia. El príncipe de la muerte esta esparciendo sus mentiras desesperadamente porque sabe que le queda poco tiempo. Estamos cerca del final. El diablo le ha hecho creer a muchos cristianos que tiene autoridad sobre sus vidas. De este modo, muchos yacen eclipsados por el poder de las tinieblas. Pero hay una verdad que todos los cristianos debemos tener en cuenta: El diablo ha perdido el juego. Dios sigue obrando sobrenaturalmente en la vida de sus hijos, trayendo bendición y abundancia constantemente.

En su libro Retorno, Max Lucado, cuenta: “En 1888 (o al menos eso dice la leyenda), un notorio maestro de ajedrez llamado Paul Morphy asistió a una cena en Richmond, virginia. En el transcurso de la cena, una pintura colgada en la pared de la casa de su anfitrión captó la atención del maestro. La escena representaba a un hombre joven encerrado en un intenso juego de ajedrez con el mismo diablo. Tal como el artista había concebido la pintura, la siguiente movida del diablo le daría la victoria, lo cual le daba derecho aparentemente al maligno de reclamar el alma del joven. Por esta razón, el diablo tenía una expresión de triunfo en el rostro, mientras que su joven oponente parecía hallarse al final de sus fuerzas. Después de cenar, el famoso campeón de ajedrez se acercó a la pintura, estudiando el tablero y las piezas que había pintado el artista. Después de varios minutos, se volvió hacia su anfitrión y le dijo: -Creo que puedo tomar el juego del joven y ganar. – ¡Pero eso es imposible!-le contestó su anfitrión-. Ni siquiera usted, señor Morphy, puede salvar el juego. –Sin embargo, creo que sí puedo-le respondió el maestro de ajedrez-. Supongamos que ponemos las piezas en su lugar y lo intentamos. Mientras los demás comensales formaban circulo alrededor de la mesa, el anfitrión colocó las piezas de ajedrez exactamente como estaban las del cuadro. Después de estudiar algo más el tablero, Morphy se volvió al joven del cuadro y le sonrió, como diciendo: “Joven, le tengo una buena noticia. Aun él no ha ganado. Después de que el diablo haga su movida, usted es quien va a tener la movida final”. Para sorpresa de todos, Morphy le ganó al satisfecho oponente del cuadro. Le había arrebatado la victoria al diablo y el joven había sido salvado. Algunas veces nos sentimos como el joven del cuadro”. Dios esta todavía en actividad. Es inmutable. Es inmanente. Sigue obrando en las vidas de sus hijos. No tenemos porque creer en las mentiras del príncipe de la muerte. Dios nos ha provisto de la movida final. Hemos ganado el juego. No hay razón para estar tristes. Dios desea que creamos en sus verdades y hagamos caso omiso de las mentiras del diablo. El diablo con sus mentiras trata de eclipsas con sus mentiras los ojos de nuestra fe para que nos veamos la grandeza de nuestro Dios, pero lo cierto es que tomando el escudo de la fe podemos apagar los dardos de fuego del maligno. (Efesios 6:16). Si no tenemos tiempo para Dios tenemos tiempo para sufrir. Si no creemos en lo que dice Dios hemos perdido el juego. La única manera de ganarle a Satanás es permitiendo que Dios juegue por nosotros y nos haga hacer la movida final. Sometamos nuestras vidas al Señor, sabiendo con certeza que ya hemos ganado el juego. “...mayor es el que esta en vosotros, que el que esta en el mundo”. (1 Juan 4:4).


JULIO CÈSAR CHÀVES WWW.JULIOCHAVES.BLOGSPOT.COM

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