Estamos viviendo una época de crisis, pero esto no significa que los cristianos tengamos que vivir en crisis. La clave para prosperar en épocas difíciles no es pensar en reducir gastos sino en crecer a través de la oración y la búsqueda de oportunidades. El trabajo no golpeará la puerta de nuestra casa, somos nosotros quienes tenemos que ir en busca de trabajo. La Biblia dice que el que busca halla y al que llama se le abre la puerta. El que confía en Dios prosperará…
Tenemos que reflexionar sobre nuestros objetivos y tenemos que asumir la responsabilidad de ejercer nuestras habilidades con la mayor destreza y profesionalismo posible. Al mismo tiempo tenemos que confiar en Dios porque él es nuestra fuente. Si confiamos en Dios vamos a prosperar. En tiempo de crisis el éxito alcanzará solamente a aquellas personas que estén dispuestas a levantarse después de cada caída, siendo capaces de estabilizar sus emociones, identificando y explotando las oportunidades que realmente tengan importancia, encontrando nuevas alternativas laborales y por puesto confiando en Dios. El que piense en prosperidad atraerá trabajo a su vida. Los pensamientos se materializan. El que confía en Dios prosperará…
Levantémonos y empecemos a hablar victoria. Dios le adjudico un tremendo poder a nuestras palabras. Si hablamos bendición atraeremos bendición. Si estamos desocupados busquemos trabajo. Golpeemos puertas, llamemos por teléfono a los amigos, preguntemos, ofrezcámonos. La bendición no llega por casualidad. Los cristianos son prosperados cuando buscan ser prosperados. Dios siempre cumple sus promesas. Él cumple su pacto con nosotros. Él jamás deja a un justo desamparado y permite que su simiente mendigue pan. Dios es la mano que ayuda y el escudo que protege. Por eso tenemos que declarar que él nos va a prosperar. Claro que puede haber crisis, pero si nuestras fe no esta en crisis estamos a salvo. Porque el que tiene fe lo tiene todo. ¡Para el que cree no hay nada imposible! El que confía en Dios prosperará…
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
Tenemos que reflexionar sobre nuestros objetivos y tenemos que asumir la responsabilidad de ejercer nuestras habilidades con la mayor destreza y profesionalismo posible. Al mismo tiempo tenemos que confiar en Dios porque él es nuestra fuente. Si confiamos en Dios vamos a prosperar. En tiempo de crisis el éxito alcanzará solamente a aquellas personas que estén dispuestas a levantarse después de cada caída, siendo capaces de estabilizar sus emociones, identificando y explotando las oportunidades que realmente tengan importancia, encontrando nuevas alternativas laborales y por puesto confiando en Dios. El que piense en prosperidad atraerá trabajo a su vida. Los pensamientos se materializan. El que confía en Dios prosperará…
Levantémonos y empecemos a hablar victoria. Dios le adjudico un tremendo poder a nuestras palabras. Si hablamos bendición atraeremos bendición. Si estamos desocupados busquemos trabajo. Golpeemos puertas, llamemos por teléfono a los amigos, preguntemos, ofrezcámonos. La bendición no llega por casualidad. Los cristianos son prosperados cuando buscan ser prosperados. Dios siempre cumple sus promesas. Él cumple su pacto con nosotros. Él jamás deja a un justo desamparado y permite que su simiente mendigue pan. Dios es la mano que ayuda y el escudo que protege. Por eso tenemos que declarar que él nos va a prosperar. Claro que puede haber crisis, pero si nuestras fe no esta en crisis estamos a salvo. Porque el que tiene fe lo tiene todo. ¡Para el que cree no hay nada imposible! El que confía en Dios prosperará…
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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