sábado, 18 de abril de 2009

El poder de la alabanza


El arma más poderosa que tenemos los cristianos para enfrentar y sortear todo tipo de obstáculos, es la oración y otra arma poderosa, es la alabanza. Cuando alabamos a Dios declaramos que el tiene el control de nuestras vidas. La alabanza es el remedio contra la depresión y la tristeza. Cuando entonamos nuestros cánticos al Señor su Espíritu Santo llena nuestras vidas, haciendo florecer los frutos del Espíritu. Si nos enfocamos en nuestros problemas, siempre vamos a estar cabizbajos, depresivos, angustiados, pero cuando fijamos nuestra mirada en Dios vamos a estar confiados y seguros. Estando en la cárcel con los pies en el cepo, Pablo y Silas entonaron cánticos al Señor y fueron liberados milagrosamente por la mano de Dios. Y como si su liberación fuera poco, su paciencia ante el sufrimiento dio fruto, ya que su experiencia llevó a la conversión del carcelero. Dios conspira a favor de aquellos que lo alaban.

“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.
1 Tesalonicenses 5:16-18
El cristiano que verdaderamente alaba a Dios es aquel que esta agradecido por todo lo que Dios hace por él. Dios cuida de sus hijos y él se goza cuando hay cristianos agradecidos. Cada vez que un cristiano atraviesa por una circunstancia desfavorable y alaba a Dios en esta instancia, sabemos que la victoria vendrá pronto hacia su vida. Alabar a Dios es confiar en su poder. Alabar a Dios es reconocer que él puede fortalecernos si somos débiles. Alabar a Dios es entender que él es nuestro amparo y fortaleza, él es nuestra fuente de gozo y felicidad.

“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
Salmo 37:4
No tenemos que alabar a Dios únicamente por lo que nos da o por las cosas que nos benefician, debemos alabar a Dios por todas las circunstancias, independientemente de si son favorables o desfavorables. Dios tiene un propósito con nuestras vidas y su poder se manifiesta en nosotros y a través de nosotros cuando le alabamos. Si estas pasando por una circunstancia in-entendible, un momento de dolor, quiero que sepas que Dios es consciente de ello. Hay una famosa canción que dice: “Sendas Dios hará, donde piensas que no hay. Él obra en maneras que no podemos entender…él te guiará”. En los salmos se nos dice constantemente que debemos alabar a Dios aún en momentos de dolor porque él tarde o temprano se manifestará y abrirá puertas de bendición, sacará espinas y nos dará paz. La alabanza es una respuesta de agradecimiento por lo que Dios ha hecho y hará en nuestras vidas. Si Dios esta de nuestro lado no hay de que temer. Echemos de nuestro corazón las dudas, los miedos y la incertidumbre y alabemos a Dios, confiando en que él intervendrá de tal modo que saldremos victoriosos de todas las circunstancias de la vida. Dios es la respuesta todas nuestras necesidades. El apóstol Pablo resumió perfectamente en que consiste la siempre presente protección de Dios, cuando dijo:

“Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas”.
2 Timoteo 4:17

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar