viernes, 13 de marzo de 2009

La ley de la atención

La ley de la atención dice que en todo lo que me concentro eso crece. Si nos enfocamos en algo hacia eso vamos a ir. Si le dedicamos tiempo a nuestros sueños vamos a conquistarlos. Tenemos que ver nuestro futuro. Dios nos ha llamado a la victoria. Cuando hablamos con la gente sabemos quien es la persona que a estado en su futuro. Lo sabemos porque esa persona habla de sus sueños, de sus metas, de su propósito en la vida. La persona que tiene un propósito en la vida ha entendido que Dios lo ha llamado y que Dios le ha dado un sentido particular a su vida.
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. (1 Corintios 15.58).


Cuando conocí al Señor escuché a muchos líderes que me decían que tenía que servirle al Señor y que para que Dios me use tenía que empezar por limpiar los baños. Y limpiar no tiene nada de malo, pero desde que me convertí sabía que Dios me había llamado a servirle a través de la escritura. Aunque muchos hermanos no entendían los dones y talentos que Dios me había dado, me dedique a escribir y he publicado miles de artículos en diarios y revistas. También he publicado mi primer libro y escribo en mi blog casi todos los días, el cual ha sido visitado por miles de personas de todo el mundo. Quizá a la vista de los hombres lo que vos haces para el Señor no tiene ningún tipo de valor, pero quiero que sepas que para el Señor todo lo que hacemos para él es importante. Todos somos buenos en algo. Y Dios valida lo que somos. Todo lo que hagamos para el Señor tiene su recompensa. Gálatas 6:7 dice: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
Lo que ahora somos es el resultado de lo que soñamos en el pasado. Mañana seremos lo que decidamos que seremos ahora. Dios no va hacer las cosas por nosotros. Somos nosotros quienes tenemos que trabajar para alcanzar la felicidad. Paul Harvey dijo: “Usted puede saber cuándo está en el camino al éxito. Va cuesta arriba todo el tiempo”. Por supuesto que lleva tiempo fijar nuestra atención en algo específico, pero con el tiempo y con paciencia, alcanzaremos lo que tanto anhelamos. Puede ser que los cambios muchas veces aparentemente no signifiquen nada, pero a la larga traen el progreso. Gálatas 6:9 finalmente resume toda la idea de esta nota: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.


Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar