El tiempo no para. Cuando somos adolescentes no nos damos cuanta del paso del tiempo. No planificamos el futuro porque creemos erráticamente que lo tenemos todo bajo control. Ahora, cuando salimos de la pubertad y avanzamos hacia los treinta, ahí empezamos a ser conscientes del paso del tiempo. El hombre inteligente es consciente del valor del tiempo y anda con reloj porque entendió que el tiempo es valioso. Bernardo Stamateas dijo que la gente de éxito valora enormemente el tiempo. Por eso hay que disfrutar del paso del tiempo. El futuro no vino y lo único que tenemos es el presente. Si cuidamos el presente el futuro se cuida solo. Capturemos el momento. Soñemos. Hagamos cosas importantes. Esforcémonos. Construyamos nuestro destino. Pongamos nuestro tiempo en lo importante. Cuando sabemos lo que queremos y sabemos a donde vamos cuidaremos el tiempo.¿Has perdido tiempo en trivialidades? ¿Has haraganeado? ¿Has hecho cosas importantes? ¿Te has juntado con personas que caminan sin rumbo y no saben a donde van? Nos tenemos que relacionar con personas que valoran su tiempo. No nos sirve de nada criticar, hablar de los demás. Tenemos que involucrarnos con personas que nos ayudan a superarnos, gente que mejoran nuestras vidas. Recuperemos el tiempo perdido. Expandamos nuestras mentes. Innovemos. Hagamos cursos. Invirtamos tiempo en nosotros. Para cosechar hay que sembrar. Nadie va a hacer nuestras vidas si nosotros no lo hacemos. Por supuesto que todo tiene su tiempo bajo el sol y el que quiere algo tiene que trabajar por ello. Si cuidamos el tiempo nos estamos cuidando a nosotros mismos.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
