miércoles, 8 de octubre de 2008

Los niños son las flores más hermosas, por Alejandra Biazotti

Los padres ejercen una significativa influencia sobre sus hijos. Un reconocido pediatra dijo que los niños son como el cemento fresco ya que todo lo que les cae encima les deja una marca indeleble. La familia es la célula más importante de la sociedad. Sería buenísimo que todos los hogares fuesen cristianos, pero lamentablemente tenemos que admitir que hay familias que viven lejos de Dios. Así pues, los padres cristianos tienen que entender que jamás podrán ejercer una influencia correcta sobre sus hijos en tanto ignoren las normas bíblicas. Segunda de Samuel 7:29 dice: “…con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre”. Los niños son el resultado de lo que se hace con ellos en el hogar. Por lo tanto, los padres tienen que transmitirles a sus hijos los valores cristianos. La única forma de darles a los niños la bendición es instruyéndolos en el camino del Señor.

Los padres son los responsables de sus hijos. Y si Jesús les atribuye tanta importancia a los hijos, del mismo modo los padres tienen que considerar que sus hijos son las flores más hermosas. Jesús dijo que si queremos entrar al cielo tenemos que ser como niños. Los niños son sencillos como las flores, expresando al mundo sus estridentes colores y su variada belleza. Entonces, así como el jardinero cuida de su jardín, regándolo, sacando las gramillas, podando las plantitas, fertilizando la tierra, de la misma forma, los padres deben cuidar las flores de su jardín. En el evangelio de Marcos 10:16 se cuenta que Jesús cargaba a niños en sus brazos y los bendecía. En cierta ocasión unas personas impedían que los niños tocaran a Jesús, más él los exhorto diciéndoles: "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios." (Marcos 10:14).


Alejandra Biazotti