martes, 16 de septiembre de 2008

Ver y tener visión

“Lo peor de no tener vista, es tenerla y no tener visión”, dijo la invidente Hellen Keller. Esta frase es sorprende. Podemos tener ojos sanos y de todas formas estar ciegos. Muchas veces tenemos las cosas delante de nuestros ojos y no las vemos. Siempre buscamos lejos lo que tenemos cerca. Los seres humanos somos animales descontentos. Si andamos por un camino fácil de transitar buscamos el camino torcido, plagado de obstáculos. Somos complicados. Lo más importante que puede tener un ser humano es visión.

Tener visión consiste en ver más allá de lo que ven nuestros ojos físicos. La persona con visión, aunque sea empleado, sabe que algún día puede convertirse en jefe. En cierta ocasión dos albañiles estaban construyendo un muro y un periodista fue y les pregunto, a cada uno por separado, que estaban haciendo. Uno dijo que pegaba un ladrillo tras otro hasta el hartazgo. El otro dijo que estaba construyendo un castillo para la posteridad. Eso es tener visión. Saber que lo que hacer permanecerá vivo en el tiempo y será parte de la historia.

Cada vez que escuchemos el despertador no nos levantemos mal humor y pensemos que tenemos que ir a trabajar hasta el cansancio. Pensemos que vamos a trabajar para construir nuestro futuro. Con la actitud correcta la vida se disfruta más. Cada vez que escuchemos el despertador abramos las ventanas de nuestra habitación y digamos: ¡Buenos días Dios! La falta de objetivos proviene de una autoestima dañada. La persona que no tiene un propósito por el cual vivir es porque es una persona muerta en vida. Puede ser la más fuerte, la más inteligente, pero si su vida no tiene un propósito, entonces anda a tientas en la oscuridad.

Tener visión es entender que podemos modificar la realidad. Si algo esta roto podemos arreglarlo. Si algo esta descocido podemos cocerlo o remendarlo. En vez de criticar la oscuridad, prendamos una vela. La queja nos aleja de nuestro destino. Tengamos visión de futuro. Tenemos mucho potencial dentro de nosotros. Dios nos ha capacitado con dones y talentos. Podemos “crear”. Visión es saber que podemos transformarnos.

Algo que he aprendido en mis treinta años es que tenemos derecho a progresar, crecer, triunfar. Y también he advertido que no son las creencias de los demás las que determinan nuestro futuro sino que son nuestras propias creencias las que nos hacer avanzar o retroceder. Si creemos que podemos lograrlo, entonces podemos lograrlo. Nada es imposible. Mucha gente ha triunfado aún cuando nadie creía en ellos.

Veamos un extracto de un gran discurso que cambió el destino del mundo entero: “Aun cuando nos enfrentamos a momentos difíciles en nuestros días y en el futuro, yo tengo un sueño de que esta gran nación un día se levantara y viviremos con propósito...Que todos los hombres son creados iguales...Tengo un sueño de que mis cuatro hijos vivan en una nación donde no tengan que ser juzgados por el color de su piel, si no por el contenido de su carácter...”, dijo Martín Luther King. Esta es la historia de un hombre, en quien muchos no creyeron, más sus convicciones lo llevaron a realizar un cambio en la humanidad. Actualmente, después de muchísimos años, sus palabras aún continúan causando un gran impacto en la vida de todos nosotros. Un hombre... un sueño... y sus creencias... lograron un nuevo destino para la humanidad. Esto es tener visión.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

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