miércoles, 18 de junio de 2008

Los líderes deben ser mentores

En todos sus libros, el pastor Bernardo Stamateas habla de lo importante que es que un líder sea mentor de las personas que están bajo su liderazgo. Un mentor es un líder experimentando que promueve el desarrollo de sus discípulos actuando como tutor. Es alguien que acompaña, aconseja y ayuda a que el otro desarrolle su potencial y alcance sus sueños.

El siglo XXI es una época de individualismo feroz, donde cada cual mira por lo suyo, pero el verdadero líder no es como los líderes mundanos que únicamente se preocupan por su propio bienestar.
Por el contrario, el auténtico líder cristiano no busca su propio bien egoístamente sino que busca el bienestar y el beneficio de todos los que están bajo su mando.
El ministerio del mentor es descubrir nuestros talentos y dones en los demás y estimularlos para que las personas que portan tales capacidades sean beneficiosas para el reino de Dios. El líder-mentor promueve el crecimiento de sus semejantes.
Alentar a otros es de importancia vital para el reino de Dios. El mentor alienta a otros porque sabe que la iglesia es un grupo de personas que se necesitan mutuamente. Hay una frase que dice que una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones.
De la misma forma, una iglesia es tan fuerte como el más débil de sus creyentes. Un mentor se da a las personas que están bajo su influencia abnegadamente, es un representante de los miembros de su equipo.
Un mentor da de sí mismo sin autocompadecerse. El verdadero líder debe ser un mentor de la gente. Debe contribuir al crecimiento integral de las personas. En fin, un líder que es mentor de la gente promoverá el crecimiento de la gente.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

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