jueves, 8 de mayo de 2008

Que nadie robe tu tiempo


Los seres humanos habitamos en un tiempo cosmológico. La vida transcurre en secuencias. El pasado le da lugar al presente y en tercer lugar viene el futuro. Dios nos dio el tiempo para que lo administremos y le saquemos provecho. Ahora, como Satanás sabe que el tiempo que nuestro Creador nos regaló es limitado, trata por todos los medios de hacer que lo desperdiciemos en trivialidades y en cosas que no sirven de nada.

El libro de Eclesiastés dice que cuando somos jóvenes debemos acordarnos de nuestro Creador antes que vengan los días malos y digamos que no tenemos en ellos contentamiento. Satanás quiere robarnos el tiempo.

El enemigo de Dios y por consiguiente, nuestro enemigo, nos roba el tiempo de muchas maneras. Una de las formas que más emplea para conducirnos a una mala administración de nuestro tiempo es empujarnos a que nos dediquemos únicamente a las cosas espirituales, dejando de lado o postergando otras áreas como el trabajo y la familia.

Muchas esposas se la pasan en la iglesia y descuidan a sus esposos. Y después para colmo van y le dicen al pastor que su marido se les fue. Muchos jóvenes se la pasan en la iglesia y descuidan sus estudios, incluso se olvidan de si mismos y cuando pasan los años y se encuentran con una edad avanzada se acuerdan de vivir y lo viven todo arrebatadamente.

Otros gastan su tiempo en el chisme, las peñas, los bailes, en fin, la diversión sin sentido. Los cristianos, principalmente los jóvenes, debemos ser buenos administradores de nuestro tiempo. Entonces, cuando venga el porvenir, vamos a disfrutar de una vida más organizada, fructífera, productiva y todo contribuirá a que alcancemos una felicidad razonable.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: