lunes, 22 de octubre de 2007

Libre de la influencia de los demás


Una de las cuestiones más importantes con respecto a la conquista de la bendición, es lograr la dependencia de Dios y ser libre de la influencia de la gente. La gente juzga, prejuzga, tiene conceptos prefabricados de de los demás, mira lo que ven sus ojos, pero Dios mira el corazón, Dios ve lo que somos y lo que podemos llegar a ser. La gente quiere que seamos iguales a ellos, pero Dios desea que seamos originales y que no copiemos a nadie. Conquistar la bendición implica darle absoluta importancia a lo que Dios piensa de nosotros. Los demás pueden decirnos una cosa u otra, pueden darnos sus opiniones y compartir sus sentimientos con nosotros, pero todo esto no debe influenciarnos, lo único que debe influenciarnos es lo que Dios siente y piensa de nosotros. Conquistar la bendición en el plano emocional significa que nuestros sentimientos no dependen de otros y no podemos permitir que los demás sean la causa de nuestras alegrías o tristezas. Nuestras emociones dependen de Dios y nuestro Señor nos llamo el gozo y la felicidad, no tenemos porque estar tristes o derrotados. Nuestros sentimientos deben ser provocados por nuestra deliberada decisión o por acontecimientos relacionados con la voluntad de Dios.
En su ensayo Libres de la gente, el Pastor Bernardo Stamateas, dice: “Dejá de intentar cambiar a tu iglesia, a tu pastor, a tu esposo, a tu hijo, a tu abuela. Y cuando te corras el Espíritu Santo te dirá:"Porque has decidido que esa persona no es tuya sino mía, ahora voy a intervenir y cambiar las vidas". Yo no intento cambiar las vidas porque sino estaría diciendo que me pertenecen. Por eso cuando saliste de tu iglesia te maldijeron, y te felicito que saliste porque no le perteneces a nadie, todos pertenecemos a Dios y solo el Señor tiene autoridad para cambiarnos. La gente se frustra cuando espera algo de alguien: no esperes que te llamen, ni que te amen, ni que te pregunten como estás. Todo lo que la gente te de es un "bonus", es un extra, recibilo pero no esperes nada porque nadie te debe nada. No esperes nada de tus hijos, ni de tu esposo, ni de tu pastor. Todo lo que recibas es un extra. Nadie tiene el deber de entenderte, nadie tiene por qué hacer lo que vos querés, nadie tiene por qué ayudarte, no esperes nada. Tu fuente es Dios, todo está dentro tuyo. Sos una semilla soltada en la tierra para ser sembrada, morí a tu carne para que todo lo de Dios pueda crecer, todo lo que necesitás no está fuera, está dentro; aprendé a morir y a liberar lo que Dios te dio”.
Hay ciertas personas que, al no entender los conceptos vertidos en este artículo, piensen que no podemos vivir sin sentimientos y esto es cierto, pero lo que no es cierto es que debamos albergar sentimientos negativos, destructivos, que nos alejan de los demás y que nos convierten en víctimarios y nos inducen a herir a los demás. El odio y el enojo deben ser desterrados, y nada puede impedirnos disfrutar de sentimientos relaciones con el gozo de Dios, la amistad, la alegría, el compañerismo y la empatía. Claro que determinadas circunstancias pueden inferir sobre nuestro estado de ánimo y podemos experimentar angustia, tristeza, apatía, desánimo, que son sentimientos comunes a todos los seres humanos, pero esto no significa que debamos permanecer en esta condición emocional. El sufrimiento y el dolor no deben impedirnos ver la gloria de Dios. Hace poco intervinieron quirúrgicamente a mi hermanito de ocho años y lo operaron de los riñones, y tanto mis padres, como mis hermanos y yo, estábamos acongojados por tal situación, pero todos pusimos a mi hermanito en las manos de Dios y él nos dio la victoria. Dios interviene en nuestros asuntos. Él esta con nosotros siempre. Él es nuestra fuente de gozo, alegría, autoestima, felicidad.
Las personas que no han encontrado la bendición de depender de Dios, en el sentido que explicado, viven dependiendo de las circunstancias, viven condicionadas por las opiniones de los demás, sean quienes sean: los padres, los amigos, los líderes, los jefes, los novios, los menciones, tanto en el aspecto emocional como espiritual. Nadie debe limitar tu potencial, nadie debe condicionar lo que eres en Dios, nadie debe hacerte callar. Hay cristianos que no hacen cosas para Dios porque piensan que nos recibirán la aprobación de los hermanos de la iglesia. Estos individuos están condicionados por la mirada ajena, por los prejuicios, por las opiniones de terceros. Otros yacen condicionados por la opinión de los padres, por la opinión de los líderes y esto no debe ser así ya que nuestra fuente es Dios y los creyentes debemos hacer lo que Dios decidió que hagamos. Finalmente vuelve a decirnos el Dr. Bernardo Stamateas: “Dios es todo, y Todo está dentro tuyo, y no hace falta que busques nada afuera porque Todo está dentro tuyo, el Amor de Dios, la Paz de Dios, la autoestima de Dios, todo está en tu interior”.
Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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