Herbert J. “Burt” Munro nació en 1899 en Invercargill, Nueva Zelanda y fue un amante de las motocicletas. Ya en 1915 tuvo su primera moto, una Douglas. Adquirió su Indian Twin Scout en 1920 por la irrisoria cantidad de 50 libras. Estuvo toda su vida modificando y mejorando su motocicleta Indian.
Construyó con sus propias manos pistones, las cabezas de los cilindros y embragues, piezas que uso en su amada Indian, incluso emplee latas de conservas como materia prima. Con 68 años cumplidos, pero con espíritu juvenil en su interior, en 1967, Munro decidió poner una culminación a la obra de su vida viajando desde Invercargill, Nueva Zelanda, hasta Bonneville Salt Flats, en el estado norteamericano de Utah, para intentar participar en la carrera de la Semana de la Velocidad que se celebra cada año, y probar así las posibilidades de su moto. A pesar de no estar inscrito logró superar las barreras burocráticas y consiguió un récord de velocidad de motocicletas de menos de 1000 cc superando los 300 kilómetros por hora (201,488 millas por hora).
Regresó a su país para volver unas nueve veces más (resultando cada una en un record) antes de dejar de existir. En 1962 situó el récord en 288 km/h con su motor modificado a 850cc. En 1967 su motor fue modificado hasta los 950cc y situó el récord en 295,44 km/h. Para cualificar hizo una carrera de una sola dirección a 305,89 km/h, la máxima velocidad a la que oficialmente se ha registrado una Indian. En el 2005 se filmó una película llamada Sueños de Gloria, protagonizada por Anthony Hopkins.
La biografía de Herbert J. “Burt” Munro es inspiradora. Fue un hombre de persistencia, voluntad, osadía, valentía, creatividad. Siendo de edad avanzada hico un viaje de miles de kilómetros con el fin de llevar a cabo su sueño. Se aferró a sus ideales y se convirtió en una leyenda. La historia de Herbert J. “Burt” Munro es un ejemplo de superación, empecinamiento, realización, grandeza. También hay que decir que a Herbert J. “Burt” Munro el éxito no le cayo del cielo ya que trabajo en su sueño 16 horas diarias durante más de 10 años. No espero que el éxito fuera hacia él, sino que él fue en busca del éxito.
Herbert J. “Burt” Munro podría haberse dado por vencido pero no lo hizo. Considero la existencia de los obstáculos, pero no se dejo amedrentar por ellos sino que los superó. Su única motivación era lleva a cabo sus sueños. Su aguerrido espíritu, despojado de toda soberbia y vanidad, luchó por llegar a ser lo que deseaba ser. No espero que las cosas sucedan, hizo que las cosas sucedan.
Julio césar cháves juliogenial@hotmail.com
Construyó con sus propias manos pistones, las cabezas de los cilindros y embragues, piezas que uso en su amada Indian, incluso emplee latas de conservas como materia prima. Con 68 años cumplidos, pero con espíritu juvenil en su interior, en 1967, Munro decidió poner una culminación a la obra de su vida viajando desde Invercargill, Nueva Zelanda, hasta Bonneville Salt Flats, en el estado norteamericano de Utah, para intentar participar en la carrera de la Semana de la Velocidad que se celebra cada año, y probar así las posibilidades de su moto. A pesar de no estar inscrito logró superar las barreras burocráticas y consiguió un récord de velocidad de motocicletas de menos de 1000 cc superando los 300 kilómetros por hora (201,488 millas por hora).
Regresó a su país para volver unas nueve veces más (resultando cada una en un record) antes de dejar de existir. En 1962 situó el récord en 288 km/h con su motor modificado a 850cc. En 1967 su motor fue modificado hasta los 950cc y situó el récord en 295,44 km/h. Para cualificar hizo una carrera de una sola dirección a 305,89 km/h, la máxima velocidad a la que oficialmente se ha registrado una Indian. En el 2005 se filmó una película llamada Sueños de Gloria, protagonizada por Anthony Hopkins.
La biografía de Herbert J. “Burt” Munro es inspiradora. Fue un hombre de persistencia, voluntad, osadía, valentía, creatividad. Siendo de edad avanzada hico un viaje de miles de kilómetros con el fin de llevar a cabo su sueño. Se aferró a sus ideales y se convirtió en una leyenda. La historia de Herbert J. “Burt” Munro es un ejemplo de superación, empecinamiento, realización, grandeza. También hay que decir que a Herbert J. “Burt” Munro el éxito no le cayo del cielo ya que trabajo en su sueño 16 horas diarias durante más de 10 años. No espero que el éxito fuera hacia él, sino que él fue en busca del éxito.
Herbert J. “Burt” Munro podría haberse dado por vencido pero no lo hizo. Considero la existencia de los obstáculos, pero no se dejo amedrentar por ellos sino que los superó. Su única motivación era lleva a cabo sus sueños. Su aguerrido espíritu, despojado de toda soberbia y vanidad, luchó por llegar a ser lo que deseaba ser. No espero que las cosas sucedan, hizo que las cosas sucedan.
Julio césar cháves juliogenial@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario