jueves, 13 de septiembre de 2007

Ilusión de proyecto: 4 señales peligrosas


Una de las tentaciones que se enfrentan al emprender un nuevo proyecto es olvidarse de la sustancia, que son las acciones que se deben completar para alcanzar el objetivo, y concentrarse en lo secundario, asuntos también importantes, pero que bien pueden ser prescindibles al inicio: nombre, logotipo, tarjetas de presentación y papelería, sitio web u oficinas. Esto se puede encontrar en proyectos tan variados como una misión, una empresa de servicios o la siembra de una iglesia.Parece extraño decir que el nombre o el logo no importan al inicio, pero en la práctica, para la mayoría de las acciones que se necesitan concretar en los primeros tiempos del proyecto se pueden presidir de esos elementos. Por otro lado, los pocos recursos que se tengan disponibles al emprender (tiempo, dinero, personas) es mejor dedicarlos a las partes más importantes.
He conocido proyectos que son solo espuma, compuestos por un buen sitio web, un excelente nombre, un plan de trabajo hecho en Word, una oficina lujosa y muchas ilusiones. Antes de tener un objetivo claro, un beneficiario bien identificado a quien servir y una idea concreta que desarrollar ya han invertido grandes cantidades en crear la ilusión de proyecto, pero no tienen un armazón para sostenerlo.
A continuación comparto 4 señales para identificar los proyectos que son solo espuma de otros con más probabilidades de éxito:
El emprendedor no puede explicar el objetivo del mismo con muy pocas palabras. Todo buen proyecto debería poder ser explicando en menos de 5 minutos. Cuando no se tiene el objetivo claro, se va el tiempo en reuniones, formulaciones de visión o jugando a ser el jefe, el pastor o el empresario. Hay mucha gente que quiere iniciar proyectos, pero su objetivo no es servir, sino jugar. Saber hacia donde vamos evita estas distracciones.
Se colocan los medios por encima del objetivo. Los nuevos medios de comunicación son muy atractivos, y muchas veces, en proyectos tipo espuma, lo que se pretende es llegar a ellos (radio, televisión o Internet) y no alcanzar algún objetivo. Un buen indicador es preguntarle al emprendedor si su proyecto funcionaría por otros medios más convencionales.
Se coloca la idea por encima del beneficiario. Estoy casi en condiciones de asegurar que en un proyecto que está destinado al fracaso la idea del emprendedor se menciona cinco veces más que las personas. Ningún proyecto donde se mencione más la idea que la gente puede prosperar.
Se coloca el dinero como requisito para el éxito. Por regla general, nadie debería pedir ayuda económica con solo 5 hojas rayadas. Es común encontrar gente con proyectos sobre el papel que no han sido demostrados sobre el terreno pidiendo dinero. Si de verdad crees en una idea, utiliza tus propios recursos (dinero, tiempo, energía) y desarrollalo a pequeña escala (prototipo), si logras hacerlo funcionar consiguiendo así algo de fruto, otros se pueden animar a invertir para sembrar a gran escala y cosechar mucho más frutos.


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