martes, 18 de septiembre de 2007

El vacío existencial


Hay personas que no saben porque viven. Están como muertos. No saben que hacer. Se aburren fácilmente. Sienten que viven de manera intrascendente. Y padecen de un sinsentido que Viktor Frankl denomino como "Vacío existencial", lo cual puede provocar una neurosis ocasionada por un problema espiritual y sienten una gran frustración por no encontrar su lugar en la sociedad, su lugar en el mundo. El llamado “vacío existencial” no es nada nuevo y les ocurrió a todos los seguidores de Albert Camus o J.P. Sartre. “El Dr. Billy Graham contó que en cierta oportunidad visitó al decano de una gran universidad. Estando allí miraba por la ventana de la oficina del decano a estudiantes que iban a sus clases correspondientes. Entonces Billy Graham le preguntó al decano:
-¿Cuál es el mayor problema de esta universidad?
El decano pensó por un instante y respondió:
-El vacío. ¡Hay tantas personas aburridas, solitarias, que están buscando algo! Sus rostros lo revelan. Una muchacha que volvió de la universidad le dijo a su adinerado Padre: “Papá quiero algo, y no sé que es”. Es la situación de mucha gente. Queremos algo que solucione los problemas más profundos de nuestras vidas, y no lo hemos encontrado”.
Si podemos encontrar el sentido de la vida entonces jamás caeremos en esta situación de vacío existencia. Ahora, ¿cómo logramos encontrarle el sentido a la vida? La respuesta la tiene el salmista: “Extendí mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta”. (Salmo 143:6). Es fácil rendirse ante la dificultad. Es fácil rendirse ante la falta de paz y dejar que el aburrimiento ofusque nuestras mentes. Lo importante es buscar las soluciones pertinentes a todos nuestros problemas y cuestionarnos que es lo que realmente necesitamos para tener una vida con propósito. Lo cierto es que hay una sola persona que puede ayudarnos a organizar nuestras vidas conforme a un proyecto de vida coherente, asertiva, eficiente, y esta persona es Dios. Hay que buscar a Dios, leer su palabra, entonces encontraremos paz en un mundo perturbado. Apenas lo conozcamos no podemos pretender tener todas las respuestas al instante. El conocimiento de Dios es progresivo. Como el recién nacido que al aprender a caminar se cae, se levanta y vuelve a caer, así son nuestros primeros pasos en el camino del Señor. Dios es nuestro padre y él nos guiará hacia la bendición si ponemos por obra sus mandamientos y hacemos su voluntad, entonces y solo entonces, viviremos vidas con propósito. Los seres humanos si nos acercamos a Dios a través de una relación personal con Cristo podemos sentirnos plenos y realizados. “En definitiva,- y la humilde búsqueda de sentido del hombre que se sabe criatura desvalida, indefensa, y que lo encuentra en Dios, en La presencia ignorada de Dios -como titula Frankl a otra de sus obras-, al modo de Job, que rechazado y juzgado en su desgracia por sus amigos, afirma "Cuando Dios me levante de mis cenizas, no a un extraño verán mis ojos"(Job 19,27). ¡Maravillosa profesión de fe!”.

Julio cèsar chàves
escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: