Estuve viendo Mar Adentro, una excelente película de Alejandro Amenábar. Aborda la historia de Ramón Sampedro, un tetrapléjico que aunque no puede mover su cuerpo para pararse de una cama posee muchas otras habilidades, ausentes en la mayoría de personas “normales”. Ante sus limitaciones elige la eutanasia como su puerta de escape, o de entrada, a la vida.
Después de ver la historia me quedé pensando en el verdadero valor de estar vivo, en las cosas que realmente importan. Asuntos como la autosuficiencia, la independencia o la libertad, muy importantes para la mayoría de nosotros, medidos frente otras cosas menos comunes, como a agregar valor en la vida de los otros. Paradójicamente el protagonista estaba al cuidado total de su familia, pero era desde la cama la cabeza, alma y apoyo de mucha gente, dentro y fuera de su casa.
Después de ver la historia me quedé pensando en el verdadero valor de estar vivo, en las cosas que realmente importan. Asuntos como la autosuficiencia, la independencia o la libertad, muy importantes para la mayoría de nosotros, medidos frente otras cosas menos comunes, como a agregar valor en la vida de los otros. Paradójicamente el protagonista estaba al cuidado total de su familia, pero era desde la cama la cabeza, alma y apoyo de mucha gente, dentro y fuera de su casa.
Fuente: http://www.pezmundial.com/
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