viernes, 6 de julio de 2007

Sin fe es imposible agradar a Dios

Podemos arrepentirnos de nuestros pecados delante de Dios. Podemos confesar nuestros pecados. Podemos orar. Pero si no hacemos estas cosas con fe es imposible agradar a Dios. La fe es la virtud espiritual que nos acerca a Dios. Cuando oramos, si no hacemos con fe, entonces Dios nos escucha y fija sus ojos en nosotros. Hebreos 11: 1 declara: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. La fe hace eficaz nuestra creencia en Dios a través de Cristo. La fe no es una mera actitud mental, no es un asentimiento intelectual. La fe es cuando sabemos que Dios esta ahí y confiamos en él. Cuando confiamos en lo que Dios no dijo a través de su palabra, entonces tenemos fe. No hace falta ver nada. La fe no es ver para creer. La fe es creer para ver.


En un libro la sobreviviente de un campo de concentración nazi, Corrie Ten Bun, dijo que la fe es como un radar de un barco. Si un barco nada en medio del océano y hay niebla, con el radar puede saber si hay otras embarcaciones cerca de la nave. De la misma forma, nuestra fe es como un radar. La niebla de las pruebas muchas veces nos impide ver a Dios, pero con el radar llamado fe podemos saber que Dios esta con nosotros. La fe es el fundamento de nuestra vida cristiana. Buscamos a Dios porque sabemos que él existe y esta presente en nuestras vidas. Dios habita dentro de nuestros corazones.
Es la fe en el sacrificio de Cristo lo que nos hace salvos. Es la fe lo que transforma completamente nuestras vidas. El famoso pasaje bíblico situado en San Juan 3: 16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Según este versículo la salvación es para cualquiera. En realidad es para el que cree. Si no me crees, léelo de nuevo. El que acepta a Jesús por fe, ese es salvo. Sin fe es imposible ser salvo. Es nuestra fe en Jesús lo que hace que nuestras oraciones sean escuchadas y contestadas. La fe el justo puede mucho. Es por esto que Romanos 1:17 dice: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”.
La palabra de Dios dice que las personas no pueden comprar la salvación con sus obras. En Isaías 64:6 dice que nuestras justicias son como trapos de inmundicia delante de Dios. Refiriéndose a la salvación el apóstol Pablo, dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8,9). La intención de las obras de nuestra fe es la función de poner en evidencia el hecho de que nuestra creencia en Dios es verdadera, genuina, auténtica. Si creemos en Dios y conocemos su palabra, poniéndola por obra, tendremos obras. “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”, dice Santiago 2:17.
Cuando Pablo y Silas fueron liberados de la prisión en Filipos, ante el milagro de liberación de Dios, el carcelero luego de ver que los apóstoles no se habían escapado, preguntó: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. (Hechos 16:30-31). El apóstol Pablo no le dio una respuesta sofistica o académica sino que simplemente le dijo que si tenía fe sería salvo. Si tenemos fe podemos agradar a Dios. Así de sencillo…
Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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