Los libros serán abiertos
Apocalipsis 20:12 dice: “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”.
Apocalipsis 20:12 dice: “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”.
Cuando una persona acepta a Cristo como su salvador, su nombre es anotado en el libro de la vida. Si una persona se congrega con frecuencia pero no ha nacido de nuevo y su nombre no esta anotado en el libro de la vida, entonces esto quiere decir que no es salva. De la misma forma, si una persona ha nacido de nuevo y luego se apartó del camino del Señor, y su nombre por lo tanto fue borrado del libro de la vida, entonces hay que decir que esa persona tampoco es salva. Los salvados van a ser aquellos que estén anotados en el libro de la vida.
En el libro de Malaquías 3:16 se nombra un libro de memoria, donde Dios anota lo que pensamos de él: “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre”. En este libro de memorias se anotan las buenas obras de los cristianos. Se anotan las bendiciones que hemos recibido. Se anotan las obras que hemos hecho por amor a nuestro Señor.
Y por último, en Hechos 3:19 se menciona otro libro indirectamente: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Indudablemente si nuestros pecados son borrados cuando nos arrepentimos es porque habían sido previamente anotados. Ahora, los que hemos aceptado a Cristo como salvador personal, entendemos que lo único que nos hace aceptables delante de Dios es la sangre vertida en la cruz. Cristo murió por nosotros para darnos vida eterna. Cristo nos dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
En el libro de Malaquías 3:16 se nombra un libro de memoria, donde Dios anota lo que pensamos de él: “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre”. En este libro de memorias se anotan las buenas obras de los cristianos. Se anotan las bendiciones que hemos recibido. Se anotan las obras que hemos hecho por amor a nuestro Señor.
Y por último, en Hechos 3:19 se menciona otro libro indirectamente: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Indudablemente si nuestros pecados son borrados cuando nos arrepentimos es porque habían sido previamente anotados. Ahora, los que hemos aceptado a Cristo como salvador personal, entendemos que lo único que nos hace aceptables delante de Dios es la sangre vertida en la cruz. Cristo murió por nosotros para darnos vida eterna. Cristo nos dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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