lunes, 16 de julio de 2007

La ventana de Johari

Cómo mejora nuestras relaciones interpersonales La ventana de Johari

Joseph Luft y Harrington Ingham, dos psicólogos, desarrollaron un diagrama llamado La ventana de Johari, un diagrama que tiene como función desvelar los misterios que abordan las cuestiones vinculadas con el grado de éxito o fracaso de la comunicación interpersonal. El objetivo de La ventana de Johari es explicar el modo en que nos vemos a nosotros mismos y como nos ven los demás. La ventana de Johari tiene cuatro cuadros llamados 1-yo ciego, 2-yo público, 3- yo privado y 4-yo desconocido.

1-El yo ciego se refiere a los rasgos personales y hábitos que otros ven en nosotros pero que nosotros mismos desconocemos. Dentro del concepto de yo ciego se incluyen los hábitos inconcientes como tocarse varias veces los anteojos, ser reiterativo, hablar demasiado, gesticular exageradamente, etc. Como ejemplo de yo ciego voy a contarte el caso de un predicador que oigo seguidamente que constantemente habla de si mismo, citando una y otra vez sus títulos, y se toma como auto-referente. Tal vez no lo hace por orgullo pero parece como que lo fuera. En fin, todos tenemos algo tipo de rasgo o hábito inconciente que constituye nuestro yo ciego. También cierta vez fui a la iglesia a la cual va mi familia y pude ver que el pastor de aquella congregación repetía demasiadas veces gloria a Dios, lo cual disminuía la efectividad de su oratoria.
2-El yo público se refiere a la vida pública, a lo que los demás y nosotros sabemos de nuestra vida personal. Este yo incluye todos los aspectos de nuestra idiosincrasia, como nuestra biografía, nuestro aspecto, nuestros valores y creencias, en fin, todo lo que dejamos ver de nuestras características personales.
3-El yo privado tiene que ver con la totalidad de las características personales que ocultamos conscientemente de los demás, tales como pecados ocultos, malos hábitos, miedos, complejos, etc. Todas las personas tenemos un yo privado. A medida que conocemos a los demás y nos vamos abriendo nuestro corazón, nuestro yo privado disminuye pero siempre sigue estando, ya que nadie cuenta absolutamente todo de si mismo. Muchas personas tienen miedo de que se descubran ciertos secretos de su yo privado por miedo a perder su prestigio o imagen pública que han cuidado con tanto esfuerzo. Administrar nuestro yo privado es muy importante y es adecuado revelar intimidades únicamente a aquellas personas que realmente nos valoran, aceptan, entienden, comprenden y desean lo mejor para nosotros. ¡Valoremos nuestro yo privado!
4-El yo desconocido se refiere a los rasgos o características que desconozco de mi mismo y que por lo tanto, los demás también desconocen. El yo desconocido también abarca el tema del subconsciente, lo cual es un misterio. Además, incluye un área de debilidades e impulsos que todavía no hemos descubierto. Dentro del concepto de subconsciente se encuentran los sucesos y experiencias diversas que han pasado en nuestra biografía y en el cual se efectúan una cadena de reacciones, a veces casi inexplicables. Muchas cosas pertenecientes al subconsciente han sido abordados por la psicología moderna y se han resuelto muchos problemas de conducta, pero de todas formas hay muchas cosas que siguen estando dentro del marco del yo desconocido, lo cual solo conoce Dios, quien es el que explora profundamente el corazón y la mente humana.

Ahora, pregunto: ¿De que manera La venta de johari puede contribuir al mejoramiento de nuestra comunicación interpersonal? Al conocer La ventana de johari, nos conocemos mejor a nosotros mismos y conocemos mejor a los demás. Este concepto nos brinda la posibilidad de entender el funcionamiento del la relaciones interpersonales. Entendemos el comportamiento de los demás y entendemos nuestro propio comportamiento. Claro que poner en práctica La ventana de johari implica voluntad. Y la conquista de la voluntad, según el psiquiatra español Enrique Rojas, implica la aplicación de esfuerzos continuados, aunque tengamos que lidiar con obstáculos y problemas. Debemos asumir la responsabilidad de nuestro comportamiento, sorteando obstáculos y salir adelante.
Cuando una persona nos muestra rasgos de su yo privado es porque nos quiere confiar aspectos de su intimidad. Entonces, si nosotros también vamos revelando progresivamente aspectos de nuestro yo privado quiere decir que estamos comunicándonos con esa persona más profundamente. Obviamente que nuestro yo privado es algo que no debemos mostrar a cualquier persona sino solo a aquellas personas que realmente desean nuestro bien. Siempre debemos recordar que nuestro yo privado es nuestro es nuestro y debemos compartirlo con los demás a su tiempo, en su contexto y selectivamente. Y siempre con sinceridad. Filipenses 1:9,10 dice: “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo”. A medida que revelamos nuestro yo privado crece la comunicación interpersonal. Ahora, el yo ciego es algo muy importante porque tiene que ver como nos ven los demás. Por esto la valoración de uno mismo, es decir el auto-concepto, es una reflexión en parte de la información que recibimos en nuestra relación con los demás.
Efesios 4:2 dice: “Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”. Siempre que veamos recíprocamente características de nuestro yo ciego, es constructivo que nos hablemos con amor y nos corrijamos mutuamente ya que esto contribuirá a que configuremos una personalidad equilibrada. A la hora de darle un consejo a alguien hagámoslo con amor, buscando el bien del otro. Respetemos a los demás. Siempre tengamos en cuenta que todos tenemos debilidad y limitaciones. Nadie es perfecto. Él único perfecto e inmutable es Dios.
El darnos a conocer a los demás hace que se incremente nuestro yo público. Cuando una persona se da a conocer es porque se acepta a si misma y en consecuencia los demás los aceptan. Todas las personas tenemos que darnos a conocer tal como somos. De todas maneras, siempre debemos elegir lo que vamos a contar de nosotros mismos pues divulgar todo respecto puede perjudicarnos psicológicamente y espiritualmente. Dentro de un contexto de amor, comprensión y aceptación, todos debemos mostrarnos con nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades. Efesios 4:15 nos da las pautas para darnos a conocer sabiamente: “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”. Con amor y entendimiento podemos mejorar nuestras personalidades, corrigiendo errores inconcientes, mejorándonos en amor. Somos responsables del crecimiento propio y al mismo tiempo somos responsables del crecimiento de los demás. Mostremos empatía. Gálatas 6:2 dice: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”. Y romanos 12:15 también dice: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Si queremos conocer a los demás escuchemos. Proverbios 21:12 dice: “El oído que oye, y el ojo que ve, ambas cosas igualmente ha hecho Jehová”. “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”, afirma santiago 1:19. Yo tengo que reconocer que a veces hablo demasiado y que debo escuchar más. Este es un rasgo de mi yo ciego que debemos mejorar. De hecho ya muchos amigos me han dicho que debemos escuchar más a los demás. ¡Dios me ayude a disminuir mi yo ciego y de esta forma poder conocer más a los demás! ¡Dios nos ayude a tener dominio propio! “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. (2 Timoteo 1:7).
Con respecto al yo desconocido hay que decir que los psicólogos dicen que las experiencias o vivencias pasadas, buenas o malas, quedan registradas en nuestro subconsciente, donde siguen influenciando nuestra conducta. Lo que debes hacer para mejorar en esta área es orar y pedirle a Dios que nos muestre que cosas nos condicionan de nuestro pasado y procurar interpretarlas de modo tal que se transformen en elementos que contribuyan a nuestro crecimiento y no a nuestro malestar. Recordemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien, los que conforme a sus propósitos son llamados. Primera de corintios 13:12 dice: “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”.
Somos seres sociales y nos relaciones con los demás. En síntesis, conocer La ventana de johari contribuye a que todos podamos crecer espiritual y humanamente. Todos tenemos virtudes y defectos. Construyámonos en amor. Hablemos con la verdad. Amemos con amor no fingido. Efesios 4:15,16 dice: “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”. También recordemos que a Dios le agradan las personas de corazón limpio. (Mateo 5:8).

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar
www.juliochaves.blogspot.com

Internet:
http://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:Virusk
www.monografias.com
www.relacionesdeltrabajo.fsoc.uba.ar/docs/913_aguirre.pdf-
http://www.edukativos.com
http://www.compartir.org.ar/Encuentros_05/Materiales/Regional-NEA/1h-Johari.ppt#373,2,Diapositiva 2
Libros consultados:
La conquista de la voluntad, Dr. Enrique Rojas.
¿Quién eres?, Dr. Enrique Rojas.
El amor inteligente, Dr. Enrique Rojas.
La Inteligencia Emocional, Dr. Daniel Goleman.
La comunicación eficaz, Dr. Lair Ribeiro.
Cómo llevarse bien con casi todo el mundo, H. Norman Wright.
Inteligencias Multiples, Dr. Howard Gardner.
Terapia a dos voces, Dr. Irvin D. Yalom.
Narciso y Goldmundo, Herman Hesse.

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