El sufrimiento que eclipsa nuestros momentos de felicidad, desaparecerá para siempre en el glorioso porvenir que les espera a los cristianos, fieles seguidores de Cristo. El Señor prometió el fin del sufrimiento de los cristianos con las siguientes palabras: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. (Apocalipsis 21:4).
El sufrimiento, en todas sus formas, que tanto abaten a los cristianos tocaran su fin, se perderán en el olvido. Y los que creímos en Cristo, lo que lo aceptamos en nuestros corazones, tendremos gozo para siempre. Veremos la gloria de Dios. Allí, en el cielo, no habrá enfermedades. Isaías 33:24 dice: “No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad”. “Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad”. (Isaías 35:5,6).
En el cielo, en la presencia de Dios, la muerte dejará de existir. Ya no se llorará más. Sonreiremos por siempre. Seremos felices por siempre. Porque estaremos en la presencie de Dios por la eternidad. “Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor”. (Isaías 65:18,19). “Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido”. (Isaías 35:10). Los que hayan creído en Cristo y hayan guardado sus mandamientos, serán felices por siempre, ya no sufrirán más. En la presencia de Dios todo será gozo y felicidad eterna.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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