lunes, 25 de junio de 2007

Iglesia sin tecnología

El internet, el PowerPoint, el audio, el video y todas las otras herramientas de la tecnología, juegan actualmente un papel primordial en un gran número de las iglesias de los Estados Unidos. Es casi imposible visitar a uno de estos templos sin que recibamos una dosis de algunos de estos elementos. Proyectores de alta resolución, manejados por computadoras nos muestran las palabras de los cantos que antiguamente leíamos en los himnarios, el bosquejo del mensaje del pastor es proyectado en una pantalla grande para que toda la congregación lo siga y los anuncios de las actividades se despliegan como acostumbramos ver en el cine. Algunos señalan que el crecimiento de las iglesias está centrado en la gente que utiliza estos adelantos tecnológicos y que hay toda una nueva generación que únicamente puede ser alcanzada a través de estos medios.
Aunque soy un ávido proponente de la tecnología como recurso en las iglesias, creo que cometemos un grave error si pensamos que la misma puede sustituir las bases fundamentales que dieron el crecimiento histórico a la iglesia. Es verdad que la iglesia tiene que competir con un mundo que busca la información rápida y de alta resolución, por lo tanto la iglesia debe usar los medios actuales a su disposición para presentar el Evangelio de una manera masiva y eficiente.
En gran medida, las mega-iglesias de hoy dependen de elementos de alta tecnología para llevar a cabo sus ministerios. Por ejemplo, la Iglesia Fellowship en Dallas tiene características que comúnmente encontramos en salas de conciertos o en modernos estadios deportivos. Cuando uno se acerca lo primero que se puede ver al costado del edificio es un letrero gigante con la dirección de su sitio en el internet. Ya, de entrada, uno percibe cuanto representa la tecnología de información para esta iglesia. Pero esto es sólo el comienzo; por donde quiera se pueden ver pantallas de plasma que constantemente despliegan información de una manera interactiva por medio de la tecnología “touch-screen”. En la recepción hay más de 50 voluntarios que le dan la bienvenida, los cuales operan computadoras donde toman su nombre y otros datos en este proceso de inscripción a los visitantes. Realmente, la inversión que han hecho en los equipos de audio, luminotecnia y tecnología de video es realmente impresionante. Esta iglesia cuenta con un sistema de audio completamente digital que compite con los usados por los más conocidos artistas en sus grandes conciertos. Todo el sistema de grabación es de HDTV, además cuentan con redes inalámbricas WiFi, una red corriendo en fibra óptica para acomodar el video HDTV y el tráfico del Internet.
¿Cuál es el resultado de todo esto? Pues cada fin de semana más de 20,000 personas pasan por las puertas de Fellowship y miles más a través del radio, la TV y el Internet. Obviamente esta iglesia ha logrado manejar los medios actuales con éxito para la extensión del Evangelio con los resultados ya mencionados. Entonces podríamos decir que esta es una iglesia que está cumpliendo con su misión y su estrategia es exitosa. Indudablemente, que el modelo adoptado por Fellowship Church encaja perfectamente con la generación actual en los países con un desarrollo económico importante. Posiblemente muchas iglesias están en transición a un modelo similar adaptándolo a su estrategia, sus necesidades y las características de su congregación. Toda esta revolución tecnológica está teniendo un impacto impresionante en el crecimiento de algunas iglesias, sin embargo, es importante destacar que hubo una iglesia sin tecnología que tuvo un crecimiento sin igual, en tiempos muy difíciles, sin recursos materiales. La iglesia del Nuevo Testamento creció de una manera sobrenatural impulsada solamente por el poder del Espíritu Santo.
Dr. Richard Harris, Vice Presidente de Church Planting de North American Mission Borrad, una división de la Convención Bautista de Sur, habló de este tema señalando el crecimiento de la iglesia neotestamentaria como “extraordinario” y lo describe de la siguiente manera:
“En Hechos 1:15 había 120 personas reunidas en oración. Cuando llegamos a Hechos 2:41 ya se habían agregado 3,000 más, haciendo un total de 3,120. En Hechos 4:4 habían crecido a 5,000 hombres, esto quiere decir que posiblemente tenían diez o quince mil personas para entonces. Según Hechos 5:14, había tantas personas que se les describió como “multitudes” que no podían contar. Ya, en Hechos 5:33 el crecimiento era tal que estaban impactando la ciudad de Jerusalén, particularmente a los judíos. Hechos 6 y 7 menciona que la multiplicación continuaba con los judíos y específicamente los sacerdotes, muchos de los cuales aceptaban el mensaje del Evangelio. Aproximadamente 25 años más tarde se estima que la cifra pasó de los 100,00 y según la Enciclopedia Bíblica el número llegó a los 200,000”.
Pensemos por un momento lo que esto significa, de 120 a 200,000 en 25 años, bajo persecución, sin medios de comunicación, sin carreteras, sin automóviles, sin teléfono, sin correo, sin Internet y sin correo electrónico. Lo que sucedió en el Pentecostés ocurre sólo una vez, pero el mismo poder que los movió y dio aquel impulso inicial al Evangelio está vigente en el día de hoy. Obviamente ellos no contaban con los recursos y los adelantos de esta generación, pero tenían las siguientes características:
Estaban llenos del Espíritu Santo.Hicieron una prioridad del Evangelismo Personal.Permanecían juntos en armonía y en confraternidad.Tenían una visión clara del poder y el control de Dios en sus vidas (Hechos 4:24,43)Oraban creyendo con poder (Hechos 1:14)Tenían un sentido de lo sobrenatural (Hechos 3:8-9)Usaban gran creatividad para testificar a otros (Hechos 5:42)Daban generosamente (Hechos 2:44)Todos se involucraban en el ministerio (Hechos 1:8)Salían fuera del edificio a testificar
Estoy seguro que si los primeros cristianos hubieran tenido acceso a los avances del mundo de hoy, lo hubieran utilizado para el crecimiento de la Obra de Dios. Después de todo, ellos usaron todo lo que tenían a su alcance, como las discusiones públicas, los debates y hasta el correo directo (las cartas de Pablo son un ejemplo).
Puede ser que su iglesia no cuente con los recursos y la tecnología que vemos en las llamadas mega-iglesias, pero usted como cristiano cuenta con un poder superior que puede hacer la diferencia e impactar a su comunidad, transformando vidas y rescatando a los perdidos. Su iglesia, al igual que cualquiera otra, si se encuentra llena del Espíritu de Dios, está capacitada para hacer grandes obras de proporciones sobrenaturales. Recuerde que la Gran Comisión no excluye ninguna metodología, estrategia o herramienta para lograr su propósito. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio” ya sea en persona, por el e-mail, por la radio, por la televisión, por HDTV, por satélite, por la fibra óptica, por el Internet, etc.

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