lunes, 25 de junio de 2007

¿Cuán importante es la tecnología para tu iglesia?

A pesar del auge tecnológico que se experimenta hoy en muchas iglesias, todavía vemos que, gran cantidad de ellas se lanzan a desarrollar proyectos en este ámbito sin realmente tener un conocimiento real del verdadero costo de la tecnología. A este punto es importante destacar que el mensaje sigue siendo el elemento más importante del culto, el cual idealmente debe llegar a la persona en la congregación sin darse cuenta del método o la tecnología que lo transmite.
Lo que ocurre en muchas ocasiones es que el presupuesto asignado a este proyecto no es suficiente para adquirir equipos con la calidad necesaria. Esto del presupuesto, en mi opinión, es una excusa más que otra cosa. La realidad es que cuando es importante para la iglesia y en particular para el pastor y sus líderes, el dinero se consigue. Independientemente de esto, la realidad es que sin una buena calidad de audio/video no conseguirá proporcionar al visitante una experiencia agradable que tenga un impacto positivo.
El resultado de esto es lo que Anthony Coppedge llama “Distracción en Exhibición” donde la mala calidad del sonido, el video, los ruidos y las interrupciones no permiten que la congregación se conecte totalmente con lo que está pasando en el programa. Siguiendo esta idea, él dice que sin la tecnología adecuada y sin tener un entendimiento claro de lo que se pretende hacer (y quién lo debe hacer) nunca llegará a la audiencia el mejor mensaje o el mejor programa del mundo que podamos tener.
Otra cosa que ocurre a menudo es la falta de operadores o técnicos experimentados, con buen oído para detectar las frecuencias, entender la acústica así como las combinaciones de voces y notas musicales. Usted no pondría a cualquier persona a predicar el sermón del domingo, sin embargo, muchas veces dejamos el sonido/video en manos de personas incompetentes o del primero que aparezca, sin realmente saber sus credenciales o sus conocimientos sobre el tema. Por otra parte, muchas iglesias no están dispuestas a entrenar a las personas para que mejoren sus conocimientos y obtengan experiencia, lo cual indudablemente tendría mejor resultado. Al final, todo cuesta y las decisiones giran alrededor del presupuesto. No obstante, hay una realidad que considerar en el proceso de adquisición y mejoras de equipos, por eso le invito meditar en el siguiente cuadro del Triángulo de la Realidad:
Tiene tres opciones:
Barato y Rápido pero no es Bueno
Barato y Bueno pero no es Rápido
Bueno y Rápido pero no es Barato
Si usted entiende realmente el valor que la tecnología posee en la presentación de un mensaje más efectivo y relevante, entonces comprenderá la necesidad de evaluar lo que tiene a su alcance y de buscar cómo actualizar sus equipos dentro de sus posibilidades. Hay que reconocer que esto puede ser un tema difícil para las iglesias pequeñas o con presupuestos muy limitados. Pero aun así, podemos recurrir a diferentes fuentes y recursos los cuales pueden ayudar en este proceso, mejorando la calidad de sus programas y a su vez presentando un mensaje claro, sin interrupciones y sin distracciones innecesarias.

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