Juan Luís Guerra Seijas nació el 7 de Julio de 1956 en Santo Domingo. De pequeño le llamaban "el niño de las veladas" por el sentimiento que mostraba en sus actuaciones escolares, cuando hacia llorar a todos los padres y compañeros que iban a verle. Juan Luís cursó Filosofía y Letras en la Universidad de Santo Domingo y después obtuvo una beca para estudiar música en Berklee College Of. Music en Boston. A este viaje se iba con muchas ilusiones y una carta que a petición de una amiga, debía entregar a la estudiante de diseño Nora Vega. Nunca imaginó que por medio de la encomienda conocería a la mujer de su vida, la cual no sólo lo apoyaría en su carrera, sino que le serviría de inspiración. A pesar de su timidez tuvo buenas amistades de sus tiempos de estudiante y algunas de ellas aún las conserva, como la de Heberrt Stern el inseparable amigo con quien experimentó las primeras aventuras musicales. "Mi casa siempre fue musical, hasta los aguacates cantaban", recuerda el artista a quien muchos consideran un poeta."Lo que soy en realidad es un letrista, no un poeta, poetas son otros, poeta era Neruda", aclara. Juan Luís es un lector empedernido, su casa esta llena de libros y le encanta la literatura hispana de Julio Cortazar, García Lorca, César Vallejo, Nicolás Guillén y Pablo Neruda. Juan Luís es un tipo tranquilo, pasa horas encerrado en su estudio donde nadie por exigencia de su esposa Nora, se atreve a molestarlo. A fin de cuenta como premio, él le deja escuchar a ella primero que a nadie sus nuevas canciones. Juan Luis detesta la formalidad y prefiere cualquier carro antes que una limosina, al igual que más fácil se le convence de ir a un partido de béisbol que a una entrevista. El vive en su mundo de espiritualidad, de amor y de creatividad, donde sus dos hijos Jean Gabriel y Paulina, su mujer, su padre Gilberto Guerra y su madre Olga Seijas, son lo más importante. La fama no le quita el sueño, la crítica no la escucha y los chismes mucho menos. Para lo que sí hay tiempo es para seguir creando y dedicarle todas las horas posibles a Dios. Hace unos años que Guerra pasó a ser cristiano, religión que profesa con mucha fé y respeto. "La solución a los problemas del mundo está en entender la palabra de Dios. Sólo con Dios en nuestros corazones nos apartamos de las cosas que están mal hechas", comenta Juan Luís. Su prosperidad la comparte y por ello junto con Hebert Stern creó la fundación 4-40. Hebert es médico oftalmólogo y está al frente de esta institución que se encarga de ayudar a los que carecen de recursos médicos. Cada mes un grupo de galenos salen a los pueblos de pescadores para hacer consultas gratuitas, regalar lentes y atender pacientes. De vez en cuando Guerra se suma a esta tarea y trata dentro de sus posibilidades, de aliviar la pobreza de su pueblo como un ciudadano común y sin aires de grandeza que a quien el dinero parece importarle muy poco."Pudiera estar mejor de lo que estoy económicamente, pero con lo que tengo estoy agradecido y lo comparto con mi gente. Ahora estoy bien y no lo niego, pero mi meta no es ganar dinero, aunque si Dios me lo manda, amén". Juan Luís Guerra escribió: “Hace algunos años invité al Señor Jesús a cenar conmigo. Me encontró desalentado y lleno de problemas. Aunque tenía muchas cosas, pues la música me había dado fama y dinero, había también un gran vacío en mi vida. Pensaba que el éxito y los reconocimientos podían llenarme por completo, pero no fue así. Nada pudo darme la paz que tanto ansiaba, hasta el día en que me hablaron de Jesús. El Señor me dijo: "No temas" y mi corazón. Sanó mis heridas y me dio su salvación, su amor y su paz, que sobrepasan todo entendimiento. La canción "Testimonio", es un recuerdo de mi fe: "No necesito pastillas para dormir si estás conmigo todos los sueños florecen cuando me hablas al oído. No necesito millones, ni acorralar los corazones, y solo en tu cafetera, todo el cielo enamorado, se cuela". Aun no sé cómo agradecerle esta vida en abundancia, pues mi más hermosa canción se derrite ante su Gracia. Es muy poco lo que puedo hacer por Él, pues Él dio toda su vida por mí. Desde que le encontré por primera vez, cada vez que me hablan del Señor Jesús me brillan los ojos. Él colocó todas las cosas en su lugar. Puso en mi corazón el derecho de decir públicamente a mí mujer que la amo, y lo importante que es, lo mismo que mi amado hijo, retrato de mi cariño. Espiritualmente, ahora "ni es lo mismo ni es igual". Jesús está tocando a tu puerta hoy, invítalo a cenar. Tan sólo abre tu corazón, pon tu vida en sus manos y descansa”. (Fuente: http://www.sabordominicano.com/juan_luis_guerra/mainpage.htm).
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
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