viernes, 16 de marzo de 2007

Trabajando con amor y alegría.

Khalil Gibran en su obra EL PROFETA, a través de su personaje Almustafá, dijo respecto al trabajo: “Cuando trabajen, sean como la flauta a través de cuyo corazón el murmullo de las horas se convierte en música”. El trabajo es indudablemente un instrumento imprescindible en la vida de toda persona. Para quien tiene trabajo, esto es una bendición, pues cada día aumenta más y más el índice de desempleo; además hay que decir que el trabajo forma parte de la seguridad personal y familiar, pues gracias al trabajo se consigue solventar las necesidades básicas de toda familia. Por todo esto, nuestra actitud frente al trabajo debe ser alegre, fiel, límpida y honrada.
Para toda persona el trabajo es una imperiosa necesidad. Sin embargo, para algunas personas trabajar es una carga o parte de una rutina con la cual cumplen únicamente por tener asegurado un puesto y un ingreso. Este modo de ver el trabajo, que implica una actitud diaria, trae consecuencias, pues disminuye el desempeño, hay falta de motivación, estrés, apatía e incluso depresión. Cuando una persona trabaja con una mala y negativa actitud, la misma no disfruta de nada.
Para tener una buena y positiva actitud ante el trabajo, debemos verlo como una fuente de satisfacción, una oportunidad para aprender algo nuevo cada día, que aunque implica muchas veces esfuerzo, dolores de cabeza, estrés y otros desordenes, nos da éxito y nos realiza como profesionales y como personas íntegras. Cuando digo profesionales no se debe entender solo a quienes poseen un título universitario u académico, sino a toda persona que realiza bien su trabajo, y por hacerlo con calidad, es profesional en su área. Hacer bien algo es hacerlo profesionalmente…
Si amamos lo que hacemos, disfrutaremos diariamente de ello. Si realmente se ama lo que se hace, se asumirá una actitud positiva, y esa actitud reflejará su luz en un trabajo bien hecho, en la actitud hacia los demás, en los pensamientos y las acciones que tomamos cada día para mejorar y alcanzar objetivos en lo laboral. Además, debemos tener e cuenta que en la vida hay cosas agradables y cosas desagradables, lo importante es saber manejar este tipo de cosas. Tener una actitud positiva frente al trabajo nos libera de estrés, de falta de motivación, de apatía e incluso de presión. Entonces somos personas más completas y realizadas. Porque estar verdaderamente realizado implica disfrutar de lo que uno hace y de lo que uno es como persona.
Almustafá sigue diciendo: “…yo les digo que la vida es, en verdad, sombría y tenebrosa cuando no la acompaña la actividad. Y toda actividad es siega cuando no va unida al saber. Y todo saber es vano, si no es acompañado por el trabajo. Y todo trabajo es infructífero, cuando no hay amor. Porque cuando trabajan con amor, se vinculan con ustedes mismos, y con los otros, y con Dios. El trabajo es la manifestación más evidente del amor. Y si no pueden trabajar con amor, sino solamente con disgusto, es mejor que dejen su tarea y reciban limosna de los que trabajan gozosamente…”

Julio C. Cháves.

No hay comentarios.: