Los problemas entre vecinos son algo común. En todas las comunidades, barrios, edificios, surgen problemas y la mejor manera de solucionarnos es a través del diálogo. Muchas veces los malos entendidos son resueltos pero en ocasiones se convierten en problemas. Algunos manejan prudentemente la situación y se calman las aguas pero otras veces la solución debe ser legal ya que una de las partes no quiere asumir la responsabilidad de sus actos. Entonces, cabe preguntar: ¿Cómo se convive pacíficamente con los vecinos conflictivos? ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante una situación adversa?
Ante todo los buenos vecinos tienen que ser tolerantes y respetuosos. Es importante disponer de recursos psicológicos para resolver los problemas. Todo en la vida puede provocar un conflicto, así que mediante una conducta pacifica y racional podemos resolver los conflictos de una manera adecuada. Sé que en muchos barrios los vecinos viven tan juntos que hasta se puede escuchar a través de la pared lo que dicen los de la casa de al lado. El otro día fui a visitar a un amigo al barrio Parte Azul y las casas están pegadas por la medianera. Justamente cuando estábamos conversando y tomando unos mates, el vecino de al lado dijo algo en vos alta y se escuchó como si estaría sentado a la mesa con nosotros. ¡Es difícil convivir!
En ocasiones ponerse de acuerdo puede ser una tarea tediosa pero es posible a través de un diálogo pacifico. Para muchos vecinos no es fácil ponerse de acuerdo. ¿Por qué? ¿Cuál es el obstáculo para ponerse de acuerdo de una manera más sencilla y civilizada, sin hacer crisis? El problema de la convivencia social entre vecinos en general se debe a un conflicto cultural pues no estamos acostumbrados a decir la verdad con respeto y reconocer nuestros errores. La convivencia pacifica se da cuando las partes dicen lo que no les gusta y porqué, pero siempre de un modo asertivo. Los problemas no se resuelven con gritos, puños o violencia sino con racionalidad, tolerancia y aceptación de los demás. Si en el momento de solucionar los conflictos ya no se puede porque se vuelve inmanejable es mejor buscar un tercero o ayuda legal, pero siempre con respeto y prudencia. No cabe duda de que las situaciones a veces se ponen engorrosas y la gente se queja de que dejan el auto en la entrada de la vivienda o el garaje o que el vecino pone la música a alto volumen pero sean cuales sean las circunstancias se deben hallar soluciones pacíficas.
Hay que decir también que las calles de la ciudad no solo están habitadas por personas sino que hay fábricas y vehículos por doquier y convivir no es fácil. Entonces el problema estriba en la falta de educación con respecto a la convivencia social. Cuando no se pueden encontrar soluciones por cuenta propia se debe recurrir a la policía, a una entidad municipal que trate este tipo de conflictos, y hallar la resolución. Sí, las vías legales pueden solucionarlos el problema pero lo mejor es resolverlo mediante el diálogo ya que así evitaremos posibles futuros problemas. También debemos tener sentido común y hay que darse cuenta que si el vecino se levanta temprano para ir a trabajar no debemos poner la música a todo volumen a las tres de la mañana. Hay que tener respeto por la privacidad del otro y a la convivencia social. Así pues, si el vecino de al lado sigue celebrando fiestas hasta altas horas y con la música a todo volumen, si esto ocurre, entonces no queda otra salida que recurrir a la ley. La mediación de la ley contribuye a la solución de los conflictos entre vecinos y organizaciones públicas y privadas, lo cual permite objetivar las conductas comunitarias. Como antecedentes de actuación de la ley, pueden mencionarse el tratamiento de conflictos entre vecinos con empresas prestadoras del servicio de Gas, con el Ente Regulador de Servicios Públicos, Empresas de transporte, locales bailables, edificios intrusados, asociaciones civiles por el uso de espacios públicos, entre otras actividades comunitarias. “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos” dijo Martín Luther King , Religioso estadounidense.
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
Ante todo los buenos vecinos tienen que ser tolerantes y respetuosos. Es importante disponer de recursos psicológicos para resolver los problemas. Todo en la vida puede provocar un conflicto, así que mediante una conducta pacifica y racional podemos resolver los conflictos de una manera adecuada. Sé que en muchos barrios los vecinos viven tan juntos que hasta se puede escuchar a través de la pared lo que dicen los de la casa de al lado. El otro día fui a visitar a un amigo al barrio Parte Azul y las casas están pegadas por la medianera. Justamente cuando estábamos conversando y tomando unos mates, el vecino de al lado dijo algo en vos alta y se escuchó como si estaría sentado a la mesa con nosotros. ¡Es difícil convivir!
En ocasiones ponerse de acuerdo puede ser una tarea tediosa pero es posible a través de un diálogo pacifico. Para muchos vecinos no es fácil ponerse de acuerdo. ¿Por qué? ¿Cuál es el obstáculo para ponerse de acuerdo de una manera más sencilla y civilizada, sin hacer crisis? El problema de la convivencia social entre vecinos en general se debe a un conflicto cultural pues no estamos acostumbrados a decir la verdad con respeto y reconocer nuestros errores. La convivencia pacifica se da cuando las partes dicen lo que no les gusta y porqué, pero siempre de un modo asertivo. Los problemas no se resuelven con gritos, puños o violencia sino con racionalidad, tolerancia y aceptación de los demás. Si en el momento de solucionar los conflictos ya no se puede porque se vuelve inmanejable es mejor buscar un tercero o ayuda legal, pero siempre con respeto y prudencia. No cabe duda de que las situaciones a veces se ponen engorrosas y la gente se queja de que dejan el auto en la entrada de la vivienda o el garaje o que el vecino pone la música a alto volumen pero sean cuales sean las circunstancias se deben hallar soluciones pacíficas.
Hay que decir también que las calles de la ciudad no solo están habitadas por personas sino que hay fábricas y vehículos por doquier y convivir no es fácil. Entonces el problema estriba en la falta de educación con respecto a la convivencia social. Cuando no se pueden encontrar soluciones por cuenta propia se debe recurrir a la policía, a una entidad municipal que trate este tipo de conflictos, y hallar la resolución. Sí, las vías legales pueden solucionarlos el problema pero lo mejor es resolverlo mediante el diálogo ya que así evitaremos posibles futuros problemas. También debemos tener sentido común y hay que darse cuenta que si el vecino se levanta temprano para ir a trabajar no debemos poner la música a todo volumen a las tres de la mañana. Hay que tener respeto por la privacidad del otro y a la convivencia social. Así pues, si el vecino de al lado sigue celebrando fiestas hasta altas horas y con la música a todo volumen, si esto ocurre, entonces no queda otra salida que recurrir a la ley. La mediación de la ley contribuye a la solución de los conflictos entre vecinos y organizaciones públicas y privadas, lo cual permite objetivar las conductas comunitarias. Como antecedentes de actuación de la ley, pueden mencionarse el tratamiento de conflictos entre vecinos con empresas prestadoras del servicio de Gas, con el Ente Regulador de Servicios Públicos, Empresas de transporte, locales bailables, edificios intrusados, asociaciones civiles por el uso de espacios públicos, entre otras actividades comunitarias. “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos” dijo Martín Luther King , Religioso estadounidense.
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
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