El aborto es un tema difícil de abordar ya que hay múltiples opiniones al respecto. Algunos afirman que un feto no es una persona y que por lo tanto, interrumpir su desarrollo no es un delito. Otros dicen que un niño sólo al nacer, recién ahí, se constituye como ser humano. Lo cierto es que el aborto es una forma de asesinato. Desde el mismo momento en que un óvulo y un espermatozoide se unen dan lugar a la vida. Desde el vientre de la madre estamos ante la presencia de otro ser humano. Sin duda, el aborto, sean cuales sean las circunstancias, es una forma de matar. Así pues, ¿Qué significa la despenalización del aborto? ¿Qué interpretación podemos hacer del aborto a la luz de la doctrina de la iglesia católica y los derechos humanos?
En el diario Página/12 hace un tiempo ya leí un artículo titulado Dar la cara por el aborto, donde la columnista Mariana Carbajal habla de mujeres anónimas y desconocidas que “de distintos puntos del país iniciaron una jugada campaña por la despenalización del aborto a través de la Red Informativa de Mujeres de Argentina (RIMA), una lista feminista de correo electrónico, coordinada desde Rosario, que integran casi 900 mujeres de la mayoría de las provincias y algunas también del exterior”. Los relatos de mujeres, los cuales podemos leer en www.rima web.com.ar, que se sometieron al aborto son desgarradores. Hablan de ello con total liberalidad, lo hacen con el fin de propugnar la idea de la despenalización. Esta semana pudimos leer en los diarios y ver en los noticieros de la televisión el caso de la joven discapacitada mental que fue violada y que sus familiares reclaman la posibilidad de la interrupción del embarazo. “Los voceros informaron que Falbo, podemos leer en el diario clarín, falló a favor de que se le practique el aborto a la joven discapacitada y violada y fundamentó su posición en el artículo 86 del Código Penal que no prevé sanción para el aborto practicado "si el embarazo proviene de una violación cometida sobre una mujer idiota o demente". “La jefa de ginecología del hospital San Martín de La Plata , Blanca Campostrini, lamentó que la Justicia demore en resolver si la chica, que en un primer momento se atendió en ese establecimiento, puede interrumpir su embarazo. Y opinó que si el mismo caso se hubiera dado en una familia de "clase alta", se hubiera "resuelto de otra manera"”. “Diez días atrás, la jueza de Menores Inés Siro rechazó el pedido de la familia de la joven para interrumpir el embarazo. El martes, la Sala II de la Cámara Primera de Apelaciones en lo Civil y Comercial de La Plata confirmó la sentencia de la primera instancia”. “El gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, y el ministro de Salud nacional, Ginés González García, cuestionaron la resolución de la Justicia y se mostraron de acuerdo con el pedido de los familiares”.
Más allá de las decisiones de los abogados, políticos y médicos, hay que decir que el aborto es un delito. Si permitimos que se mate a un ser indefenso que aún no ha nacido estamos a favor del despotismo. El derecho a la vida es inherente a todo ser humano por nacer. Nadie puede quitarle la vida a alguien, aunque aún este en el vientre de su madre, porque piensa que no tiene sentido la vida de ese ser. Si se permite el aborto en caso de violación se esta cometiendo asesinato pues el niño es inocente. En todo caso, se quita la vida del niño indeseado también se tendría que matar al violador, pero obviamente muchos no están a favor de la pena de muerte, y están a favor de la muerte de un ser indefenso. ¡Esto es hipocresía! Todo ser por nacer, aunque tenga que sufrir y lidiar con adversidades, tiene derecho a nacer. Si es legítimo matar a un niño por nacer, porque es producto de una violación, podemos decir que también puede ser legítimo matar a los pobres porque tienen una miserable vida plagada de sufrimiento. Si matamos a todos los pobres terminamos con la pobreza. ¡Y sigue la hipocresía! A este respecto, la iglesia católica, sostiene que en caso de violación, sea la mujer normal o discapacitada, dice “que la Iglesia enseña que la ley natural y la ley divina: "excluyen, pues, todo derecho a matar directamente un hombre inocente".Sin desconocer las dificultades que eventualmente podría acarrear un embarazo en estas condiciones, la doctrina católica es categórica: no hay razón alguna que pueda darnos el derecho a disponer de la vida de un ser inocente e indefenso en el seno materno. Esta enseñanza de la Iglesia "no ha cambiado y no es cambiable".
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU aprobaba la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, un documento corto, de 30 títulos, que recogía toda la tradición histórica de la declaración americana y la francesa enriqueciéndolas con unas profundas consideraciones previas sobre la dignidad especial del ser humano, el escrito dice contundentemente que todos tenemos derecho a la vida. La iglesia católica, como también otras comunidades religiosas, condenan el aborto sin paliativos. El feto es una vida humana. La legitimización de este delito moral y penal es un desprecio a la dignidad de los individuos. Nadie puede legitimar, ordenar, aprobar, justificar, el aborto, sin ser cómplice de asesinato. En su encíclica "Evangelio de la vida," Juan Pablo II, abarca la bioética, la eutanasia, la pena de muerte, los anticonceptivos y el aborto. El propio Papa la definió como "una meditación acerca de la vida" ante la difusión "de una preocupante cultura de muerte" a la que se asiste no sólo en las guerras sino también en el atentado a la vida ya concebida (aborto) como a la vida de los enfermos terminales y los ancianos (eutanasia). La encíclica reitera la posición tradicional que mantiene la Iglesia en todos estos temas”. (Fuente: Clarín). ”Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes”, dijo William Shakespeare.
Julio César Cháves. Escritor78@yahoo.com.ar
En el diario Página/12 hace un tiempo ya leí un artículo titulado Dar la cara por el aborto, donde la columnista Mariana Carbajal habla de mujeres anónimas y desconocidas que “de distintos puntos del país iniciaron una jugada campaña por la despenalización del aborto a través de la Red Informativa de Mujeres de Argentina (RIMA), una lista feminista de correo electrónico, coordinada desde Rosario, que integran casi 900 mujeres de la mayoría de las provincias y algunas también del exterior”. Los relatos de mujeres, los cuales podemos leer en www.rima web.com.ar, que se sometieron al aborto son desgarradores. Hablan de ello con total liberalidad, lo hacen con el fin de propugnar la idea de la despenalización. Esta semana pudimos leer en los diarios y ver en los noticieros de la televisión el caso de la joven discapacitada mental que fue violada y que sus familiares reclaman la posibilidad de la interrupción del embarazo. “Los voceros informaron que Falbo, podemos leer en el diario clarín, falló a favor de que se le practique el aborto a la joven discapacitada y violada y fundamentó su posición en el artículo 86 del Código Penal que no prevé sanción para el aborto practicado "si el embarazo proviene de una violación cometida sobre una mujer idiota o demente". “La jefa de ginecología del hospital San Martín de La Plata , Blanca Campostrini, lamentó que la Justicia demore en resolver si la chica, que en un primer momento se atendió en ese establecimiento, puede interrumpir su embarazo. Y opinó que si el mismo caso se hubiera dado en una familia de "clase alta", se hubiera "resuelto de otra manera"”. “Diez días atrás, la jueza de Menores Inés Siro rechazó el pedido de la familia de la joven para interrumpir el embarazo. El martes, la Sala II de la Cámara Primera de Apelaciones en lo Civil y Comercial de La Plata confirmó la sentencia de la primera instancia”. “El gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, y el ministro de Salud nacional, Ginés González García, cuestionaron la resolución de la Justicia y se mostraron de acuerdo con el pedido de los familiares”.
Más allá de las decisiones de los abogados, políticos y médicos, hay que decir que el aborto es un delito. Si permitimos que se mate a un ser indefenso que aún no ha nacido estamos a favor del despotismo. El derecho a la vida es inherente a todo ser humano por nacer. Nadie puede quitarle la vida a alguien, aunque aún este en el vientre de su madre, porque piensa que no tiene sentido la vida de ese ser. Si se permite el aborto en caso de violación se esta cometiendo asesinato pues el niño es inocente. En todo caso, se quita la vida del niño indeseado también se tendría que matar al violador, pero obviamente muchos no están a favor de la pena de muerte, y están a favor de la muerte de un ser indefenso. ¡Esto es hipocresía! Todo ser por nacer, aunque tenga que sufrir y lidiar con adversidades, tiene derecho a nacer. Si es legítimo matar a un niño por nacer, porque es producto de una violación, podemos decir que también puede ser legítimo matar a los pobres porque tienen una miserable vida plagada de sufrimiento. Si matamos a todos los pobres terminamos con la pobreza. ¡Y sigue la hipocresía! A este respecto, la iglesia católica, sostiene que en caso de violación, sea la mujer normal o discapacitada, dice “que la Iglesia enseña que la ley natural y la ley divina: "excluyen, pues, todo derecho a matar directamente un hombre inocente".Sin desconocer las dificultades que eventualmente podría acarrear un embarazo en estas condiciones, la doctrina católica es categórica: no hay razón alguna que pueda darnos el derecho a disponer de la vida de un ser inocente e indefenso en el seno materno. Esta enseñanza de la Iglesia "no ha cambiado y no es cambiable".
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU aprobaba la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, un documento corto, de 30 títulos, que recogía toda la tradición histórica de la declaración americana y la francesa enriqueciéndolas con unas profundas consideraciones previas sobre la dignidad especial del ser humano, el escrito dice contundentemente que todos tenemos derecho a la vida. La iglesia católica, como también otras comunidades religiosas, condenan el aborto sin paliativos. El feto es una vida humana. La legitimización de este delito moral y penal es un desprecio a la dignidad de los individuos. Nadie puede legitimar, ordenar, aprobar, justificar, el aborto, sin ser cómplice de asesinato. En su encíclica "Evangelio de la vida," Juan Pablo II, abarca la bioética, la eutanasia, la pena de muerte, los anticonceptivos y el aborto. El propio Papa la definió como "una meditación acerca de la vida" ante la difusión "de una preocupante cultura de muerte" a la que se asiste no sólo en las guerras sino también en el atentado a la vida ya concebida (aborto) como a la vida de los enfermos terminales y los ancianos (eutanasia). La encíclica reitera la posición tradicional que mantiene la Iglesia en todos estos temas”. (Fuente: Clarín). ”Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes”, dijo William Shakespeare.
Julio César Cháves. Escritor78@yahoo.com.ar
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