viernes, 16 de marzo de 2007

La naranja mecánica y el tercer milenio.


En su novela “La naranja mecánica”, el escritor Anthony Burguess, narra las aventuras de un joven llamado Alex, cuyos principales intereses son la violación, la ultra-violencia y Beethoven. El rostro sádico de Alex mira fijo. Con su mirada fría y siniestra llena todas las páginas de la novela. La historia de la vida de Alex es una biografía oscura; irónica de un futuro ultra-violento. Alex se sienta en el sofá del Korova Mik Bar, rodeado de esculturas blancas de sumisas mujeres desnudas. Toma un sorbo de leche rociada con drogas para ponerse en forma y estar listo para salir a la calle con sus amigos para un poco de la nueva ultra-violencia. Así, comienza esta fría novela de Anthony Burguess, que describe, sin pelos en la lengua, un horripilante viaje a través de un futuro mundo de ciudades decadentes, de miserables asesinos y tecnologías criminales de pesadilla, de crimen y castigo. Esta célebre y memorable novela es un drama de moralidad satírica y salvaje, centralizada en Alex, un desalmado joven, que lucha, viola, y asesina como un joven predador sin conciencia.
La descripción de Burguess de futuras ciudades decadentes me hace recordar a la bíblica ciudad de Sodoma. Sodoma, una de las ciudades de la llanura del Jordán, donde LOT decidió establecerse, a pesar de la pésima reputación de esta ciudad, luego que se separó de Abraham. Quedo laomer saqueó Sodoma, llevándose cautivo a LOT con su familia. Abraham los libró y recuperó sus bienes. Mas tarde, Dios destruyó Sodoma y Gomorra y al menos otras 3 ciudades de la llanura, a causa de su perversidad. El juicio divino consumió a Sodoma bajo una lluvia de azufre y fuego que ineluctablemente inflamaron a todos los habitantes de esta ciudad maldita. LOT y sus dos hijas escaparon al cataclismo, menos la mujer de LOT, debido a que miró hacia atrás y se convirtió en estatua de sal. (Ver Génesis 13 en adelante). Sodoma es considerada como símbolo de inequidad, culpable de un desenfreno en repugnantes pecado contra natura. Judas 7 dice: “Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, han fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”. Dios, para evidenciar la inmensa maldad de rechazarle a él, luego de haber oído sus palabras de gracia y de haber visto sus innumerables obras, declaró que seria más tolerable en el día del juicio, el castigo aplicado a Sodoma que el de las ciudades que le habían rechazado. (Lucas 10:12). La destrucción de Sodoma y Gomorra, tanto en repentino del acontecimiento como en su globalidad, es expuesta como advertencia a los pecadores de los juicios venideros. (Lc. 17:29; Judas 7).
Al igual que las ciudades decadentes que describe Burgués en su novela “La naranja mecánica, y la ciudad de Sodoma que se encuentra en el libro de Génesis 17, la sociedad actual es una época en decadencia moral. Hoy predomina el relativismo, el hedonismo, el materialismo y la permisividad sin límites. El mundo está plagado de vidas sicalípticas y héroes huecos e insustanciales. Únicamente se pondera lo que está de moda: La moda, la música frívola, los escritores sincretistas, a los cuales sólo les estimula el dinero, la comodidad y la vanidad. Hoy está de moda un frívolo periodismo del espectáculo, de la farándula, la política y de los inconfesables secretos de la élite corrupta. Vivimos en un tiempo sumido en la confusión, en el engaño. La nuestra, es una sociedad idólatra del sexo, donde diversión es sinónimo de alegría, y el tener es sinónimo de bienestar interior y felicidad. Los individuos son gobernados por el individualismo, el narcisismo y la apatía hacia Dios. ¿Hacia dónde se dirige el mundo? La respuesta la dejo a tu criterio. Lamentaciones 5:16 dice: “... ¡Ay ahora de nosotros! Porque pecamos…”.
¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!
Julio C. Cháves.

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