lunes, 5 de marzo de 2007

“El futuro incierto de los jóvenes y los escapismos cotidianos”.


La mayoría de los jóvenes, salvo algunos privilegiados, todos los días tienen que lidiar con la exclusión y la marginación social. Ocupados en la sobrevivencia muchos no tienen tiempo para pensar en el fututo o desarrollar un proyecto de vida, considerando las consecuencias a largo plazo. Un nefasto panorama de falta de oportunidades no permite imaginar un escenario beneficioso que ayude a reinvidicar la identidad juvenil. Hay un problema latente dentro del alma juvenil que esta siendo reprimido y se tapa con compensaciones, escapismos, drogas, alcohol, tabaco y un sin fin de elementos vejatorios, castradores, aisladores, parcialistas, excluyentes. Hoy día es posible acceder a la educación pero eso no significa que sea posible un mejoramiento equitativo de la identidad juvenil. Los jóvenes lamentablemente están condicionados por su ubicación socioeconómica. Un pensador español dijo que uno es uno con la circunstancia. Puede haber ejemplos excepcionales de jóvenes que se sobreponen a las limitaciones y llegan a ser algo en la vida, pero las excepciones son muy pequeñas.
Entonces, como sombras de exclusión, marginación y falta de oportunidades se avizoran en el horizonte, los jóvenes de vuelcan hacia el hedonismo. Lo que único que pueden hacer es divertirse y pasar bien hoy porque no se sabe que deparara el futuro. La opción de la joda tiene que ver que reventarse con drogas, alcohol, fiestas, bailes, dormir pocas horas y hacer lo que a uno le plazca sin restricciones. Los jóvenes sumidos en estas condiciones culturales, sociales y económicas se insertan fácilmente en las vías escapistas de las drogas, la noche, las relaciones fugaces y la falta de visión de fututo. Estos jóvenes alienados y adormecidos por las filosofías alternativas, relativistas y místicas, son presa fácil de los ofertadores de vanas esperanzas. Debido a la falta de criterio y un sentido sólido de la vida, estructurado, como dijo un psiquiatra, por amor, trabajo, cultura y espiritualidad, muchos son cautivados por neorreligiones, autoayuda mística, autosugestión, la nueva era, entre otras fabulaciones estúpidas que conducen únicamente a la oscuridad intelectual y espiritual.
Mientras la desigualdad siga en boga y por un lado haya un joven que lo tiene todo y de la vereda de enfrente haya otra que no tiene absolutamente nada y ni siquiera esperanza de futuro, habrá polarización social, mezquindad, utilitarismo, lucha de clases, rebelión en la granja. Es claro que vivimos en la mismas ciudades, barrios y pueblos, pero nuestra condición de vida es desigual, individualista, parcialista. Después de todo lo dicho creo que lo único que tener a favor los jóvenes del tercer milenio es el libre albedrío la y la voluntad. Finalmente Fernando Savater, autor del popular ensayo Ética para amador, dice: “A diferencia de otras criaturas terrestres -animadas o inanimadas-, el hombre puede elegir o inventar su propia existencia. Eso no quiere decir que podamos elegir lo que nos pasa. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es escoger cómo hacer frente a lo que nos sucede. La Ética no es más que el arte de saber vivir. Lo que está muy claro es que no estamos aquí “para pasar el tiempo, sino para vivirlo bien”. El secreto, entonces, es pararse a pensar dos o más veces -porque con una no es suficiente- cómo queremos diseñar nuestra existencia”.


Julio César Cháves
escritor78@hotmail.com

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