martes, 6 de marzo de 2007

El elemento más valioso.


El elemento más valioso es el tiempo, elemento constituyente de la vida. Los latidos del corazón corren al ritmo del tiempo. Desde que nacemos tenemos los días contados. No somos eternos. Y en la vida estamos de paso. De hecho, “El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace”. Por esto es imprescindible cuidar los momentos, los instantes. Hay que ganar los momentos, las circunstancias. Como el tiempo se nos escapa como agua entre los dedos ser conscientes del paso del tiempo es imprescindible si queremos disfrutar de la vida y las relaciones humanas. Es indudable que debemos gastar nuestro tiempo de modo sabio, asertivo, coherente y productivo. Mediante la sabia utilización del tiempo y con un poco de talento, podemos lograr muchas cosas. “Nada es tan peligroso, decía el Dr. Marshall Hall, como el tiempo desocupado”.
La verdadera felicidad se encuentra en el empleo de nuestros dones, talentos y facultades personas, coordinadas por la equitativa distribución del tiempo. Vale decir que los momentos perdidos y las oportunidades malgastadas no podemos recuperarlos jamás. El tiempo es lo más valioso de la vida. Cuidarlo es cuidarse. La pereza, la mezquindad, las vanas conversaciones, las malas compañías, la ociosidad, los vicios y muchas otras cosas, eventualmente nos roban el tiempo y nos hacen desordenar. Elegir el propio tiempo es ganar tiempo. Por esto, saber invertir nuestro tiempo en sabias ocupaciones, tareas, trabajos y obligaciones, nos beneficia y nos consolida como personas maduras, inteligentes, prosperas, fructíferas. La haraganería nos conduce al fracaso y el desorden pero el trabajo nos conduce a la sabia utilización del tiempo. La pereza siempre conduce al fracaso. El descuido del tiempo conduce a la ruina y la mediocridad. En un minuto hay muchos momentos.
Entonces creo imprescindible cuidar nuestro tiempo y ser conscientes del paso de los instantes. Distribuir nuestro tiempo en sabias ocupaciones hace que ganemos momentos. El hombre diligente y voluntarioso es consciente de todo lo que hace. Coleridge dijo acertadamente que “una persona metódica es aquella que da vida y contenido a su tiempo, puesto que lo hace objeto concreto de la inteligencia y la voluntad. Organiza las horas y les da un alma y con ella la esencia de lo que debe ser y de lo que son; les comunica una naturaleza imperecedera y útil. Del servidor bueno y leal, cuyas energías aparecen dirigidas y metodizadas así, se puede afirmar que vive con el tiempo, pero con más verdad que el tiempo vive en él. Sus días, sus meses, sus instantes, y sus años, sus puntos y comas marcados en el registro de los deberes cumplidos; estos individuos que cuidan su tiempo no serán arrastrados por la ruina de los mundos, y subsistirán, por decirlo de algún modo, cuando el tiempo mismo haya dejado de ser, pues sus huellas perdurarán en los corazones de sus descendientes”.
Enrique Mariscal en su libro Cuentos para regalar a personas inteligentes, dice: “En la celebración de su natalicio, le preguntaron al Maestro que mencionara la actividad más importante de su larga vida.
-Cualquier cosa que estuviera haciendo en ese momento,-contestó. Nos regala Richard Bach: “No tienes cumpleaños porque nunca has nacido, jamás naciste y nunca morirás”. Vivir de instante en instante con intensidad, para una hermosa y sabia trayectoria. Por compartir y celebrar este ahora: ¡Feliz cumple instante!”


Julio César Cháves http://ar.f526.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=escritor78@yahoo.com.ar

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