lunes, 19 de marzo de 2007

Disfrutando cada momento.




La vida está constituida de momentos. Por tanto, si de veraz valoramos la vida, debemos cuidar y disfrutar cada momento, pues todos son preciosos y no hay que malgastarlos. Muchos viven malgastando su tiempo pensando constantemente en el futuro. Por causa de ello, desaprovechan el presente, se pierden de hermosas puestas de sol y de muchas cosas bellas que la vida nos da a todos los seres humanos. El que valora los momentos se valora a sí mismo. Desaprovechar los momentos es cometer un pecado mortal. Valorar los momentos es dar amor, mostrar afecto, sonreír, permitirnos ser felices. Es indiscutible que valorar los momentos es una virtud particularmente constructiva. Tener la habilidad de valorar el presente es muy difícil. Pues bien, lo admito: Pienso en el futuro. Pienso pues pienso que el futuro debe ser respetado. Pero eso no significa que deba ocupar el primer lugar en mi vida. Lo más importante que tengo es el presente. El presente es el futuro. Si cuidamos y utilizamos bien todos los momentos, el futuro se cuida solo. ¡Vivamos el presente con responsabilidad y la vida será mas beneficiante!
Para cuidar los momentos nos hace falta que los mismos sean importantes pues todos valen. Aunque sean sencillos hay que disfrutarlos a pleno. Ya sabemos, todo momento cotidiano vale muchísimo. Para lograr cultivar la habilidad de cuidar los momentos debemos ser conscientes de que el tiempo pasa y nada puede detener eso. El sabio cuida su tiempo pues sabe que de ello depende el disfrutar de una larga vida. Ser conscientes de que el tiempo pasa nos permite aprovecharlo al máximo. Ser conscientes de que algún día moriremos y de que todo llegará a su fin, nos permite acceder a la habilidad de cuidar la vida. Eso constituye el vivir con inteligencia, amor, voluntad y sabiduría. El tiempo posee un principio y un final.
Shakespeare dijo: “Suceda lo que suceda, aún en los días y en las horas borrascosas el tiempo pasa”. El tiempo pasa y muchas personas evitan enfrentar la cuestión de cuidar su tiempo. Las mismas lo malgastan en frivolidades y en cosas superfluas y dejan de lado las cosas importantes. Con frecuencia, vivimos apenas superficialmente; porque desperdiciamos miles de momentos. Malgastamos nuestras fuerzas y nuestro tiempo en cosas que tienen que ver con el dinero y las cosas materiales, dejando, al mismo tiempo, a las personas de lado. Esto es muy peligroso. Cuando le dedicamos más tiempo a nuestro trabajo y a las cosas materiales, es porque estamos caminando en una senda de autodestrucción. El tiempo debemos utilizarlo, primero, para mejorar nuestras relaciones afectivas y en segundo lugar, debemos utilizarlo para las cosas laborales y materiales. El tiempo debe ser respetado. Si deseamos configurar un comportamiento inteligente debemos valorar todos los momentos aunque parezcan insignificantes. Un día estamos y mañana no sabemos. Es por esto que debemos ser conscientes de que moriremos. Eso nos permite acceder a la habilidad de cuidar y utilizar de un modo inteligente nuestro tiempo. Eclesiastés 9:11 expresa: “…tiempo y ocasión acontecen a todos”.
Necesitamos poner orden a nuestras vidas. A este respecto, poner orden implica cuidar nuestro tiempo. Si no lo hacemos, si no encontramos una forma de vivir en armonía con nuestro tiempo, jamás hallaremos la paz y la felicidad que tan locamente anhelamos. ¡Cuidar el tiempo ayuda a ser feliz! ¡Cuidar el tiempo es valorarse!
Julio C. Cháves.

No hay comentarios.: