sábado, 31 de marzo de 2007

Alice Cooper: de estrella de rock a cristiano.


Vincent Furnier le robó el nombre «Alice Cooper» a una hechicera del siglo XVII que murió en la caza de brujas de Salem. Su carrera como estrella rock comenzó en la secundaria y su grupo, Earwings, no pasó desapercibido como tantas bandas de adolescentes rockeros sino que encarnó la primera camada de famosas bandas de heavy metal junto a Deep Purple, Ozzy Osbourne y Black Sabath. Fue pionero del shock rock, codo con codo con grupos como Kiss, Twisted Sisters y el satánico cantante Marilyn Manson. Los conciertos de Alice Cooper no eran un juego de niños sino una puesta de escena totalmente diabólica. Sobre el escenario dejaba sueltas serpientes pitón y mataba gallinas vivas con una guillotina, también mataba a hachazos a muñecos parecidos a bebes, y usaba sobre el escenario un maquillaje negro que chorreaba sangre desde sus ojos hasta la boca, que le daba un aspecto siniestro. La masa de jóvenes acudía a sus recitales y lo respetaban y escuchaban sus consejos como venidos del gran gurú del heavy metal. Las letras de las canciones de sus viejos discos, de los cuales vendió cincuenta millones de copias de sus veintiún álbumes en todo el mundo, son totalmente aberrantes ya que abordan candentes temas como la necrofilia, la violencia, el sexo, el alcohol y las drogas.
Ahora, ¿Qué pasó con el viejo Alice Cooper? ¿Se hizo religioso? Lo que pasó es que tuvo un encuentro con Jesucristo y su vida cambió para siempre. El viejo Alice Cooper dijo que la razón principal de su cambio fue que el alcoholismo estuvo a punto de arruinar su vida y su matrimonio, entonces su esposa Sheryl le llevó a una iglesia evangélica en el que el pastor «lanzó un sermón incendiario sobre el infierno». Entonces, el mensaje del predicador sobre el infierno despertó el deseo en Cooper de que no querer ir al infierno, lo que a su vez le hizo recordar las oraciones de su infancia y sus creencias religiosas. Antes estaba del lado de Satanás, pero ahora esta del lado del Señor. El mismo dice: «No quiero convertirme en una celebridad cristiana», aseguró en Hard Music Magazine, porque «es muy fácil concentrarse en Alice Cooper y no en Cristo. Yo soy un cantante de rock. No soy nada más que eso. No soy un filósofo. Me considero muy abajo en la escala de cristianos conocedores. Así que no busques respuestas en mí». «Yo era una cosa antes. Ahora soy algo completamente nuevo. No juzguen a Alice por lo que solía ser. Alaben a Dios por lo que soy ahora», sentenció el pionero rockero en la entrevista. Y también advierte: «Yo quiero decir: ¿tengan cuidado! Satanás no es un mito; no vayan por ahí creyendo que Satán es una broma». El músico de Detroit, de 52 años, dijo: «Ser cristiano es algo en lo que vas progresando, es una dinámica en movimiento. Uno va aprendiendo. Uno va a su estudio bíblico. Uno debe rezar». Alice Cooper ya no es el mismo ya que Jesucristo entró en su corazón cambió su vida para siempre. Ahora es un cristiano que concurre a la iglesia y ora al Señor, al Rey de Reyes y Señor de Señores. “Debido a su música y al tipo de programa de radio, leemos en noticiascristianas.com, es criticado por muchos cristianos que piensan que Cooper es diabólico. Sin embargo Cooper es un creyente con una fe expectante y aunque no habla mucho de sus creencias en público, recientemente testificó a KNAC.COM, sus días llenos de alcohol, su fe en Dios y como está impactando a algunos rockeros quienes siguen sus pasos”. Cuando era niños le había hablado de Jesucristo. Por esto cuenta: "siempre tuve la convicción en mi vida de que Dios existía, Jesucristo existía y que Diablo existía". "No se puede creer en Dios sin creer en el Diablo. Siempre les digo a los integrantes de las bandas de rock que lo más peligroso que se puede hacer es creer en el concepto del Diablo o en el concepto de Dios. Si tu crees que todo esto es sólo una mitología eres su blanco preferido, pues crees justamente lo que Satanás quiere que se crea de él, que es un mito. Sin embargo él no es un mito, estoy totalmente convencido de ello. Más que nadie en el mundo. Estoy realmente convencido de esto" Y finalmente nos dice que todos necesitamos de y a Dios. "Es obvio que la humanidad busca respuestas sus inquietudes. Esto es lo más sano que he visto en mucho tiempo puesto que existe algo mejor que las personas pueden alcanzar y que no proviene de su propio caminar. La gente no se siente llena por el número de automóviles que tengan ni por su tamaño. Hasta los adictos dicen 'No importa cuanta droga consuma pues no me va a satisfacer'. Existe hambre espiritual. Todos sentimos esa hambre. Si no la sientes ahora, la sentirás luego. Créeme, la sentirás"

Julio César Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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