Para poder levantar vuelo es necesario que
cancelemos nuestro pasado. El que permanece atado a su pasado permanece atado
al fracaso. Es necesario que vivamos el presente y aceptemos las pérdidas del
pasado. Hay muchas personas que han estado
años, incluso décadas, atados al pasado y esas ataduras les han impedido
avanzar y al mismo tiempo estas ataduras las han enfermado, amargado, atrofiado
la mente y el espíritu. Si somos inteligentes tenemos que entender que el
pasado no puede ser cambiado. Así que la única manera de cancelar nuestro
pasado y ser sanos de las pérdidas es permitiéndole a Dios que sane nuestro
corazón. Confesémosle a Dios las heridas del pasado y dejemos que Dios sane
nuestro corazón. Dios es quien sana todas
nuestras heridas. Confesemos victoria, sanidad , prosperidad y el amor de Dios
hará que levantemos vuelo.
No
guardemos lo malo dentro de nuestro corazón porque tarde o temprano todo sale a
la luz. El hecho de confesarle a Dios audiblemente nuestros pecados hace que
Dios libere nuestro corazón. La Biblia dice que el que encubre sus pecados no
prosperará, pero el que los confiesa alcanza la bendición. Si sacamos lo
malo, lo bueno entrará. Además también
dice que tenemos que confesarnos las ofensas los unos a los otros. Seguramente
te paso que le contaste algo a alguien y te sentiste mejor. Hay poder en la
confesión. Cuando expresamos lo que sentimos a Dios en palabras atraemos la
gloria de Dios a nuestras vidas. Confesémosle todo el contenido de nuestro
corazón a Dios y él conspirará a nuestro favor. Deleitémonos en la presencia de
Dios y él concederá todas las peticiones de tu corazón. Confiesa tus pecados y Dios te hará levantar vuelo como las águilas. El
que encubre sus pecados fracasará, pero que los confiesa prosperará.
Julio
césar cháves
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