sábado, 1 de diciembre de 2012

Tiempo del fin...

   El científico y escritor Isaac Asimov, en su libro “Selección de catástrofes: Los desastres que amenazan nuestro Mundo”, hizo una lista de más de 15 peligros globales que atentan contra nuestra civilización. Jesús también afirmo que vendría un tiempo futuro muy peligroso y devastador que “si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo…”. (Mateo 24:22). Las profecías bíblicas afirman que antes que Dios intervenga definitivamente en la historia humana es necesario que las condiciones sociales se agraven progresivamente y lleguen al punto de estallar y amenazar la humanidad. 

   Ahora, la pregunta es: ¿Cuándo sucederá esto? ¿Estamos viviendo en los postreros días? Aunque Jesús dijo claramente que nadie sabe el día exacto de su regreso y ni aún los ángeles lo saben, sino solo Dios, podemos interpretar las profecías y percibir lúcidamente cuales son las señales de su pronto regreso. Una de las explicaciones más sencillas que dio Jesús al respecto es cuando se valió del ejemplo Noé para revelar las actitudes humanas que predominarían cerca del fin. En Mateo 24:37 al 39, Jesús dijo: “Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será la venida del hijo del hombre”. El significado de este pasaje es más que sencillo. La conducta de las personas que prevalecía en los días de Noé es la de total desinterés hacia la espiritualidad. Para el entorno de Noé Dios estaba muy lejos y ellos estaban absolutamente despreocupados de su condición espiritual y no se daban cuenta de la inminencia del juicio de Dios. La gente estaba tan aferrada a los afanes de este mundo que no tenían en cuenta a Dios. Entonces, cuando vino el diluvio, los mató a todos. El apóstol Pablo también describió en una de sus epístolas dirigida a su discípulo Timoteo, acerca de la conducta de los hombres en los postreros días. En 2 Timoteo 3:1-5, Pablo escribió: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”. Esta descripción que Pablo le ofrece a Timoteo resume indefectiblemente la conducta de los hombres de hoy. Estas características humanas predominan en nuestra sociedad actual. Al igual que en los días de Noé, la gente no está prestando atención a las señales de advertencia, así también regresará Jesucristo, llegará el día del fin y la mayoría de las personas no van a estar preparadas. Así que si creemos en el Señor Jesucristo, seremos salvos “de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. (Apocalipsis 3:10). Julio césar cháves www.juliochaves.blogspot.com

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