También se los llamó "cazadores de cabezas" porque tenían la costumbre de cortar las cabezas de sus vencidos, reduciéndolas después al tamaño de un puño y fabricando con ellas collares que exhibían como prueba de fiereza. De aquí proviene la palabra "jibarización" que empleó el doctor Nun como metáfora de toda acción encaminada a reducir al mínimo la cabeza, el cerebro, de los enemigos. El "enemigo" sería en este caso la sociedad argentina, que otorga un rating rotundo a Gran Hermano a cambio de una vasta experiencia empobrecedora”.
El nombre del reality fue adoptado de la novela 1984 del novelista George Orwell, donde se plantea una sociedad y estado dictatorial que observa, manipula y juzga a sus habitantes. Lo mismo en este reality pero lo que cambia en que en la novela los ciudades de esta ciudad totalitaria no tenían guión al cual debían atenerse sino que eran observador sin que lo sepan. Pero la novela es literatura y este reality es alimento intelectual basura, es un virus mental que daña la mente con mediocridad, frivolización e incultura. Franco Varise, dice respecto a la casa de Gran hermano: “En esa casa se fuma hasta el hartazgo, se dicen malas palabras y se ven cuerpos desnudos en cualquier horario y hasta se asiste a expresiones y muestras humanas escatológicas”. Leer un libro, ir al teatro y al cine, asistir a exposiciones artísticas de todo tipo, aunque sean de alta o baja calidad, contribuye a nuestro crecimiento cultural y nos permiten reflexionar, entretenernos, cultivarnos, socializar, enriquecernos, pero el reality show Gran hermano no contribuye para nada a nuestro crecimiento como personas sino que degrada a las masas. “La televisión ha acabado con el cine, el teatro, las tertulias y la lectura. Ahora tantos canales terminan con la unidad familiar”, dijo Antonio Mingote, dibujante y humorista español.
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
El nombre del reality fue adoptado de la novela 1984 del novelista George Orwell, donde se plantea una sociedad y estado dictatorial que observa, manipula y juzga a sus habitantes. Lo mismo en este reality pero lo que cambia en que en la novela los ciudades de esta ciudad totalitaria no tenían guión al cual debían atenerse sino que eran observador sin que lo sepan. Pero la novela es literatura y este reality es alimento intelectual basura, es un virus mental que daña la mente con mediocridad, frivolización e incultura. Franco Varise, dice respecto a la casa de Gran hermano: “En esa casa se fuma hasta el hartazgo, se dicen malas palabras y se ven cuerpos desnudos en cualquier horario y hasta se asiste a expresiones y muestras humanas escatológicas”. Leer un libro, ir al teatro y al cine, asistir a exposiciones artísticas de todo tipo, aunque sean de alta o baja calidad, contribuye a nuestro crecimiento cultural y nos permiten reflexionar, entretenernos, cultivarnos, socializar, enriquecernos, pero el reality show Gran hermano no contribuye para nada a nuestro crecimiento como personas sino que degrada a las masas. “La televisión ha acabado con el cine, el teatro, las tertulias y la lectura. Ahora tantos canales terminan con la unidad familiar”, dijo Antonio Mingote, dibujante y humorista español.
Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
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